Por: Pablo Uribe Ruan
El fútbol engendra una mezcla de sentimientos: alegrías, tristezas y revanchas. Una pasión que por sus particularidades ha logrado llegar a casi todos los países del mundo constituyéndose, de lejos, como el deporte más popular de la tierra. Popularidad que no sólo atrae a millones de aficionados cada año sino, de igual forma, cautiva a grupos económicos para realizar inversiones en los equipos y las ligas.
Colombia, por supuesto, no está exenta de este fenómeno. La Organización Ardila Lulle (OAL), a través de Postobón, logró constituirse a finales de 2009 como la marca que patrocina la liga colombiana, ganándole a Coca Cola y BBVA.
Pero Postobón no sólo patrocina a la Liga, desde 1996 el grupo de Ardila Lulle cerró un negocio con el Atlético Nacional, club al que le invierte dinero desde ese entonces. ¿Visionarios? No cabe la menor duda. Compraron a un equipo que para el inicio de los torneos cortos (2002) tenía 7 títulos, hoy tiene 13. No sólo esto, RCN, que también es parte del grupo, se convirtió en la cadena que transmite el fútbol profesional colombiano por televisión abierta, razón por la cual el canal se adjudicó una audiencia segura cada fin de semana.
Todo indica que la Organización Ardila Lulle fue la ganadora del fútbol colombiano, este año ganó en las tres bandas: patrocinó la liga a través de Postobón, esto aumentó los televisores prendidos en sus transmisiones del sábado por RCN y su equipo, el Atlético Nacional, en la actualidad es el jerarca del fútbol nacional.
A todas estas, alrededor de tanto éxito económico y deportivo, me pregunto: ¿en qué país del mundo el patrocinador de la liga nacional también patrocina a un equipo, que en el caso colombiano, es el campeón vigente? Quizás algún día los otros equipos también lleguen a competir.