Uno de los resultados sorprendentes en la última cifra de desempleo dada a conocer esta semana por el DANE, es que la desocupación en sectores claves intensivos en mano de obra como el de la construcción, no ha aflojado.
En enero de este año la tasa general fue de 12, 1 por ciento, en gran parte porque el aporte que antes hacía el sector de la construcción a frenar ese indicador, en ese periodo no fue notorio.
Incluso cifras de Camacol indican que en el sector de la construcción, el nivel de ocupación cerró el mes de enero con 1.253.000 trabajadores, cifra que representa una reducción de 1% frente al volumen registrado en el mismo mes del año 2012, señalando que el aporte del empleo sectorial al total de la ocupación del país se mantiene en 6%.
Esto demuestra cómo se está presentando en el país, pero sobre todo en Bogotá, varios proyectos de construcción se han detenido por diversas causas pero fundamentalmente políticas.
No en vano algunos analistas indicaban que en la capital del país se habían perdido cerca de 40 mil empleos por culpa del freno a la construcción, sobre todo de vivienda nueva.
En este sentido la presidenta Ejecutiva de Camacol, Sandra Forero Ramírez, afirmó que la generación de empleo, particularmente en los sectores que dinamizan el aparato productivo del país, debe ser una prioridad de las estrategias locales de desarrollo.
"Mantener un dinamismo en la creación de empleo en la construcción es garantizar un impulso no solo a los demás sectores encadenados sino al consumo de los hogares”, afirmó Forero Ramírez.
Sin embargo, el gremio dijo que el empleo en el sector aumentó en 7 de las 13 ciudades reportadas. Se destacan los crecimientos en las ciudades de Medellín (9%), Barranquilla (5%), Cartagena (9%), y Bucaramanga (6%). Por otro lado, las ciudades de Bogotá y Manizales mostraron los mayores niveles de reducción en la ocupación sectorial con 18.000 y 5.000 puestos de trabajo menos respectivamente.
“Es evidente que en momentos en los que algunas de las actividad productivas del país se están desacelerando, la construcción se convierte en un receptor de mano de obra disponible. Sin embargo, su capacidad de ocupar esta fuerza laboral depende de la efectiva materialización de los proyectos en las regiones. De esta forma es posible prever que el programa de las 100 mil viviendas ayudará a ganar terreno en materia de empleo sectorial”, sostuvo Forero Ramírez.