Por William Calderón
El fraude procesal. La presentación por parte del ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, en días pasados, del proyecto de Acto Legislativo que regula el fuero militar y todo lo relativo la justicia castrense, podría constituirse en un fraude procesal de repercusiones imprevisibles por cuanto se pretende con ello manifiestamente inducir en error mediante maniobras torticeras provenientes del Ejecutivo a las cámaras legislativas.
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Filibusterismo parlamentario. Lo anterior se infiere de la consideración de que en las cámaras se encuentra en trámite para quinto debate y en segunda vuelta un proyecto de Acto Legislativo que también comprende el fuero militar (léase proyecto de reforma a la administración de justicia). Y en caso de dar trámite al proyecto de Acto Legislativo presentado por el ministro Pinzón sobre el fuero militar, se estarían tramitando simultáneamente dos proyectos de Acto Legislativo sobre la misma materia, eludiendo el cumplimiento la norma reglamentaria, según la cual, solo puede ser retirado un proyecto de Acto Legislativo antes de que se rinda ponencia para primer debate.
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Demandas a la vista. Varios abogados adscritos al Centro de estudios “Los Pájaros dormidos” tienen lista una denuncia penal y una queja disciplinaria que serán elevadas ante las autoridades competentes, frente a semejante desafuero ejecutivo, pues –según los jurisconsultos– el poder Ejecutivo se ha convertido en saboteador del órgano legislativo. Algo más: El propio Gobierno tendrá que comparecer ante el Congreso de la República, en cabeza de quienes pretenden torpedear el buen desempeño de las cámaras legislativas.
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A dar explicaciones. Mañana martes serán citados al Capitolio los ministros de Defensa, Juan Carlos Pinzón; de Justicia, Juan Carlos Esguerra, y del Interior, Germán Vargas, así como los responsables de las oficinas jurídicas de Palacio y de los tres ministerios, para que expliquen las razones que los llevaron a cometer semejante torpeza.
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Preocupación. El Barquero supo que desde la Secretaría del Senado, con Emilio Otero a la cabeza, y las secretarías jurídicas de la Casa de Nariño, de los ministerios de Defensa y del Interior y de la Comisión Primera del Senado, se vienen realizando una serie de consultas al más alto nivel a fin de darle claridad al Congreso sobre tan delicado enredo, pues el presidente Santos insiste en el mismo tema y algunos parlamentarios que estaban acompañando al Gobierno en semejante desafuero, al darse cuenta de la inminente violación del artículo 155 del reglamento del Congreso, han reconsiderado su actitud, pues quedarían metidos en berenjenal sin salida.
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Un capricho. El colectivo se reunió ayer extraordinariamente. Sus miembros se comunicaron vía satélite con su mentor Clímaco Giraldo, quien se encuentra dictando conferencias en Estados Unidos, para seguir reforzando los argumentos en los que se basarán la demandas que seguramente llegarán al Consejo de Estado y a la Corte Suprema.
Todo lo anterior por pretender darle gusto a un capricho de un alto consejero que persiste en el error y que como lo denunció La Barca la semana pasada, descarrilaría la propuesta de la reforma judicial.