La decisión del Gobierno de no presentar en esta legislatura un proyecto para reformar la salud, volvió a poner sobre el tapete cuáles son las fuentes de financiamiento del sector.
Un reciente análisis de Fasecolda, a cargo de su presidente Roberto Junguito, señala que este hecho se basa en aportes presupuestales de los gobiernos, esquemas de aseguramiento y gastos de bolsillo.
Indica el directivo que mientras en los países emergentes la atención se ha centrado en extender la cobertura de manera altamente subsidiada a los grupos menos favorecidos de la sociedad, en los más avanzados el debate gira alrededor de la eficiencia en la provisión de los servicios y la escogencia del modelo que parece más adecuado.
Señala el estudio que en Colombia los servicios del POS Contributivo se financian con impuestos a la nómina y los del POS Subsidiado con el Sistema General de Participaciones, aportes del Presupuesto, transferencias del Régimen Contributivo y recursos de entidades territoriales.
No obstante, a raíz de la decisión de la Corte Constitucional (Sentencia C-760) que ordenó unificar los servicios, se incrementaron los costos fiscales. Para resolver el problema se autorizó utilizar los excedentes financieros de la Subcuenta de Eventos Catastróficos y Accidentes de Tránsito (ECAT) del Fondo de Solidaridad y Garantía para el financiamiento de la atención de los afiliados.
De otro lado, se elevó la tarifa del IVA a la cerveza y a los juegos de suerte y azar a 16% y se introdujeron modificaciones a los impuestos de tabaco, cigarrillos y licores.
Explica el informe que el desequilibrio financiero del Régimen Contributivo está originado principalmente en el aumento de los costos del servicio del NO-POS, la evasión y elusión, el moderado crecimiento de las primas y en factores relacionados con la eficiencia en la prestación de servicios e inversión de los portafolios.
Indica el análisis que las restricciones de recursos se podrían reducir formalizando la economía, exigiendo que quienes tengan capacidad de pago pasen a contribuir en este régimen. “Debido a los avances significativos durante los últimos años en el sistema de salud, coincidimos con el Gobierno en que no se trata de acabar el sistema actual y volver al régimen anterior, sino centrar todos los esfuerzos para que los colombianos tengan mejor servicio y en ser eficientes y transparentes en el manejo de los recursos públicos”, sostiene el presidente de Fasecolda.