El experto toxicólogo Camilo Uribe Granja cree que en los próximos 15 o 20 años el consumo de cocaína, marihuana y heroína va a desaparecer y sería reemplazado por producción y consumo de drogas sintéticas.
Los cultivos y laboratorios para el procesamiento de cocaína están siendo trasladados a varias naciones de América Latina, África, Asia, España, Francia, Australia y otros países. Se trata de un fenómeno denominado el “efecto globo”.
El vicepresidente de la Junta Internacional para la Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) Camilo Uribe Granja y el Director de la Policía Antinarcóticos, general Luis Alberto Pérez Albarán afirman que hoy en día no se puede estigmatizar a un país como productor o consumidor de drogas, pues el problema es global y afecta a todos por igual.
Uribe Granja, quien también es el director de la Clínica Toxicológica Uribe Cualla en Bogotá, afirmó que el fenómeno del narcotráfico es cambiante. Mientras se registran importantes reducciones en el consumo de cocaína en Estados Unidos, se presenta un incremento en Canadá.
Según Uribe Granja, el fenómeno del narcotráfico no compete a un solo país como productor o como consumidor, pues es un “problema globalizado con el crimen trasnacional”.
Agregó el vicepresidente de la JIFE que “hoy en día no se puede hablar de países productores y países consumidores, por eso se llama el problema mundial de las drogas. El tema de la cocaína ha venido migrando, incluso el liderazgo del crimen organizado”.
Aseguró que “se dejó en claro que hoy en día para la JIFE no se puede estigmatizar países y no se puede hablar propiamente de carteles, pues se trata de un crimen trasnacional, porque es un tema completamente globalizado que afecta a todas las partes del mundo”.
También se refirió Uribe Granja a otras variaciones del fenómeno. “En Estados Unidos mientras se reduce en un 40 por ciento el consumo de cocaína y marihuana, se incrementa en un 40 por ciento el abuso de medicamentos controlados como la Ritalina y el Metilfenidato”, explicó.
Afirmó que como puntos de tránsito aparecen África y Europa occidental. Frente a este itinerario del crimen organizado en un esfuerzo para burlar el accionar de las autoridades, éstas comienzan en 2009, 2010 y en lo corrido del 2011 a incrementar el decomiso de cocaína en Asia, principalmente, y en China y en Japón.
El experto también reveló que los narcotraficantes cambiaron la forma de pago de los estupefacientes que llegan a esos países industrializados, y ahora lo hacen con precursores químicos y las llamadas drogas sintéticas, como es el caso del éxtasis y los derivados anfetamínicos, así como medicamentos controlados, que cada vez son más desviados al mercado ilegal.
“Con esos mecanismos se busca burlar los controles para el lavado de activos, los riesgos de los decomisos del dinero… Lamentablemente cada vez más se desvían las drogas sintéticas y los medicamentos controlados al mercado ilegal para producir problemas de adicción severo entre nuestros niños, niñas y adolescentes”, afirmó Uribe Granja.
Advirtió el médico toxicólogo que “ese tipo de mercado es el que se viene perfilando como la globalización y la JIFE cree que en los próximos 15 o 20 años el consumo de cocaína, de marihuana y de heroína y de otros alcaloides va a desaparecer y sería reemplazado por la producción y el consumo de medicamentos de drogas sintéticas”.
Responsabilidad compartida
El experto afirmó que ante la amenaza mundial del narcotráfico “es necesario hacer un llamado a la necesidad de que sea real el compromiso de la responsabilidad compartida entre los gobiernos y las policías, no solamente a nivel de América Latina sino mundial”.
Anotó que es necesario controlar no solo los cultivos, la producción, el tráfico y el consumo, sino el tránsito de los precursores químicos.
Explicó que “los alcaloides y las sustancias ilegales requieren precursores químicos para su producción y las drogas sintéticas también. Esos precursores químicos no se producen en algunos países de América Latina, pero el crimen organizado, en el caso del permanganato de potasio, logró producirlo en Colombia y las autoridades han desmantelado más de doscientos de estos centros de producción clandestinos”.
Uribe Granja reveló incluso que el crimen organizado está produciendo en Perú cocaína sin permanganato de potasio y por esta razón las redes del narcotráfico siempre están innovando y adoptan todos los recursos que sean necesarios para modificar los procesos en los alcaloides.
Dijo que es necesario “equilibrar la inversión en reducción de oferta con la que se hace para reducción de la demanda. La idea es que no solo se invierta en la lucha contra los cultivos, el proceso, el tráfico, el tránsito y el lavado de activos y consumo, sino que haya una importante inversión también en prevención, tratamiento y rehabilitación”.
“Mientras haya oferta hay consumo, y mientras haya consumo hay oferta”, reiteró, al tiempo que señaló que “no hay que entender que la lucha contra las drogas se perdió, hay que racionalizar muchos puntos para controlar y garantizar la salud mental y la salud física de nuestros gobiernos y de nuestros países”.
Lucha andina
por su parte, el General Pérez Albarán afirmó a EL NUEVO SIGLO que luego de la reciente reunión de los presidentes de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) en Bogotá, se concretó la reunión de Directores de las Policías de Colombia, Ecuador, Péru y Bolivia, así como otras autoridades internacionales, para conocer las acciones, experiencias, buenas prácticas, estrategias y procedimientos que ejecutan las agencias encargadas de contrarrestar el problema mundial de drogas.
“Estamos alineando estrategias y con Panamá, con Venezuela, con Perú, con Ecuador y con Brasil en el intercambio de información a través de las Cancillerías para fortalecer la lucha contra el narcotráfico” precisó.
Insistió que Colombia comparte la larga experiencia que tiene en la lucha contra este flagelo, en la erradicación de cultivos con la aspersión aérea con glifosato, con los operativos de erradicación manual y el ataque frontal contra los laboratorios, el tráfico y contra los grupos de narcotraficantes.
Particular importancia tienen temas como control en las fronteras, mares, interdicción aérea, puertos, aeropuertos y terminales del transporte terrestre para contrarrestar el envío de los cargamentos de cocaína, marihuana y heroína así como el tráfico de precursores químicos hacia los mercados negros de los Estados Unidos, Asia, África y Europa.
El alto oficial reiteró que trabajan no sólo contra los carteles sino contra las alianzas de éstos con guerrilla y bandas criminales emergentes (‘bacrim’).
“Las Farc siempre han jugado dos papeles, pues en unos sitios tienen cultivos y en otros cobran por el establecimiento de laboratorios y por la producción que se hace de los mismos”, precisó.
Globalización
Tanto el Director de la Policía Antinarcóticos como Uribe Granja afirmaron que debido a la intensidad en la lucha contra el narcotráfico en todos sus estadios, los delincuentes decidieron instalar los laboratorios para el procesamiento de la base de coca y el clorhidrato de cocaína en países vecinos.
Uribe Granja precisó que este fenómeno “es lo que se llama el efecto Globo o efecto Pelota, como dicen los europeos, en el sentido de que si unos países incrementan la lucha, como es el caso de Colombia, pues el crimen trasnacional busca alternativas y traslada sus laboratorios a países vecinos y en otros casos a otros continentes”.
Aclaró que mientras en “Colombia se viene disminuyendo el número de hectáreas sembradas con hoja de coca, amapola y marihuana, se registran incrementos por el orden del ocho por ciento en el Perú y en Bolivia”.
“Obviamente mientras las autoridades colombianas desmantelan y destruyen los laboratorios para la producción de clorhidrato de cocaína y la base de coca, pues los narcotraficantes migran a otros países como es el caso de Brasil, Argentina y Chile”, precisó.
El alto funcionario de la ONU indicó que a estos países llega la pasta básica de Perú, de Bolivia y de Colombia y allá la procesan para sacar el clorhidrato de cocaína que luego es enviada a los mercados negros de los Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia.
Afirmó que en estas naciones latinoamericanas que ahora producen la cocaína pura, les queda el residuo de estos procesos con graves consecuencias para niños, niñas y adolescentes.
“En Colombia se llama a ese residuo bazuco y en América Latina el paco, es decir, la pasta básica de coca”, acotó.
Reiteró que “el tema del bazuco era un tema de salud pública exclusivamente de Colombia hace unos años, pero ahora es un problema de toda la región y por esta razón es necesario fortalecer todos los mecanismos de Inteligencia y los mecanismos de compartir la información para controlar el tráfico ilegal y, sobre todo, es que aquí los responsables somos todos: la sociedad civil, la industria, el Estado y los encargados del control y la racionalización de los precursores químicos sólidos y líquidos”.
El vicepresidente de la JIFE reveló que en Argentina han sido encontrados unos 175 laboratorios para la producción de clorhidrato de cocaína. También se han encontrado cristalizaderos en Brasil, Venezuela y Chile.
La dependencia de la ONU alertó que no solo se registra la migración entre países suramericanos de los laboratorios de refinado de pasta básica de cocaína, sino de los narcocultivos, así sea en menor escala.
Insistió que “es un problema que se va globalizando dentro de la región. Es una señal de alarma y de llamado de atención para que las autoridades adopten medidas más agresivas para contener el flagelo del narcotráfico”.
El médico se mostró sorprendido porque en los últimos tres años el número de cristalizaderos descubiertos fuera de Colombia está en aumento.