Yady Fernández se mueve en silla de ruedas, con la pierna izquierda amputada, por una casa que no es la suya en las afueras de Guayaquil, Ecuador. Un conductor ebrio sumió a esta futbolista colombiana en un drama que conmovió al mismo Joseph Blatter, jefe de la FIFA.
Con 23 años, Fernández debía estar por estos días en Islas Canarias (España) jugando con su equipo Club Deportivo Chamán. Allí la esperaban "las niñas", como llama a sus compañeras, para disputar el ascenso a la primera categoría del fútbol femenino español. Jugaba de volante ofensivo antes de que sus planes cambiaran abruptamente.
"Iba a jugar por el ascenso. Las niñas del equipo ya jugaron y perdieron. Otro año será", afirma con estoica resignación durante una entrevista con la AFP, desde la modesta vivienda de su tía en Puerto Hondo, una localidad en las afueras de Guayaquil (suroeste).
Exintegrante de la selección femenina de Colombia y huérfana de padre, Fernández llegó a Ecuador por invitación de un familiar. El domingo 16 de febrero salió en una motocicleta con su primo, un cirujano colombiano de 37 años, hacia Montañita, una playa de surfistas.
"Un carro se metió en nuestro carril. El conductor, me dice la policía, iba ebrio. No recuerdo nada. Mi primo iba manejando y murió desangrado por una amputación de la pierna", relata.
Ya en el hospital se enteró de la dimensión de su tragedia. "El médico me dice: 'Yady, tengo malas noticias. La primera es que su primo ha muerto y la segunda es que perdió la pierna pero lo importante es que está con vida'. Yo dije: 'no, no, no...¿cómo va a estar muerto?...mi pierna. No lloré. Estaba tan sedada que me quedé dormida'".
Su voz nunca se entrecorta. Habla rápido, sonríe y rara vez expresa rabia. Sentada en la silla de ruedas, con el muñón de la pierna a la vista, y los labios levemente pintados, transmite un optimismo difícil de asimilar en una joven que ha sido operada tres veces, y soporta dolores intensos por las secuelas del accidente.
"Mi sueño es volver al fútbol, marcar, correr, tengo mucho pique (velocidad). La idea es tener una buena prótesis que me permita volver a jugar", dijo la deportista horas antes de viajar a la localidad colombiana de Palmira, donde iniciará el proceso de rehabilitación a partir de este martes.
- La solidaridad del fútbol -
El caso de esta deportista, que en 2011 se perdió la Copa Mundial Femenina de la FIFA por una lesión de ligamentos y meniscos en la misma pierna que perdió, tocó el nervio del mundo del fútbol, desató campañas de solidaridad en las redes sociales y movilizó al gobierno colombiano.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, escribió en su cuenta de Twitter: "Mis oraciones están contigo en tu recuperación", mientras el técnico colombiano Reinaldo Rueda, seleccionador de Ecuador, se convirtió en su "ángel protector", según Fernández.
La joven se vio envuelta en uno de los 80 accidentes de tránsito que en promedio se registran a diario en Ecuador, y que en 2013 dejaron 2.277 muertos y más de 20.000 heridos, según cifras oficiales.
En su caso "sospechamos que el sujeto implicado en el accidente estuvo bajo efectos del licor", dijo a la AFP el fiscal del caso, Jorge Torres.
El presunto responsable, un militar retirado, que después del choque denunció que le habían robado el vehículo, huyó del sitio y en los próximos días la fiscalía formulará cargos pasibles de 12 años de cárcel, según el funcionario.
Entretanto, Fernández se pregunta cómo una "persona que mató" sus sueños, y enlutó a su familia, no está en la cárcel. "Yo estaba completita y ahora tengo que luchar para volver a caminar. Es duro. Además todo el dolor que he sentido".
Admiradora de la brasileña Marta y del argentino Lionel Messi, la deportista dejó de buscar noticias sobre sus ídolos para concentrarse en historias como la del exdelantero internacional uruguayo Darío Silva, quien volvió a practicar fútbol después de sufrir la amputación de la pierna derecha en un accidente de tránsito.
"Con una buena prótesis, podré jugar otra vez. Será fácil porque soy diestra y no debo enseñarle a la pierna izquierda a disparar", sostiene.
Fernández espera regresar en mayo a España, país al que migró a los 12 años y donde su madre trabaja en una frutería. Antes del accidente planeaba estudiar trabajo social, pero ahora aprovechará una beca que le ofrecieron en Colombia para estudiar fisoterapia antes de emprender el viaje que espera sea el de su regreso al fútbol.