La cotización del dólar siguió al alza y se incrementó en 36 pesos frente a la jornada anterior, debido al impacto por la devaluación del real brasileño y de otras monedas de mercados emergentes.
Asimismo, la divisa registró el efecto de la caída de los precios del crudo y de la desaceleración de la economía china.
Al comienzo de la jornada en el mercado de divisas el dólar presentó un precio de apertura de 3.160 pesos, para luego caer ligeramente hasta los 3.135,65 pesos en la actividad.
La firma Credicorp Capital reportó que durante la jornada de ayer, el peso continuó con su fuerte tendencia de depreciación. En esta ocasión, el peso estaba siguiendo el comportamiento de las monedas de las economías emergentes, especialmente el del real brasileño, el cual llegó a su máximo histórico durante la jornada anterior, producto del complejo entorno en términos fiscales y políticos.
Los efectos de los incrementos del dólar no solo están impactando los ingresos del país, sino también el de algunos sectores clave en el crecimiento de la economía, como lo señala el rubro de las tecnologías y comunicaciones.
El dólar afecta a la economía en general y las TIC no han sido ajenas al golpe. Muchas empresas de tecnología se apoyan en plataformas y proveedores en el exterior, y el incremento en los costos tiene a este sector en aprietos. La devaluación de la moneda colombiana se calcula en 36 % en los últimos 12 meses significando un incremento en costos para quienes deben comprar afuera para ofrecer sus servicios en Colombia.
Mayores costos
Según Gerardo Aristizábal, gerente de mi.com.co, registrador oficial de dominios, hosting y correo electrónico para Colombia, las empresas de tecnología tienen muchos costos asociados al dólar. Desde los servidores en el exterior, pasando por proveedores directos e incluso el valor de la publicidad en plataformas como Google o Facebook. Todos estos costos han aumentado dramáticamente, afectando de alguna manera a las empresas locales de tecnología. Es extraño encontrar una empresa de tecnología que no tenga cuentas en dólares por la gran globalización que ha tenido este sector en los últimos años.
Esta situación está afectando el desarrollo de la industria local de tecnología, pues los costos asociados a iniciar una aplicación, una página de Internet, un servicio de tecnología o incluso los asociados a anunciarlo por redes sociales y buscadores han incrementado, elevando los costos para emprendedores y empresarios.
Por su parte, el director de contenidos de Sancho BBDO, Ricardo Rey, dijo que el alza del dólar no podía llegar en un momento menos conveniente: “los últimos cambios realizados en los algoritmos de Facebook le están dando prioridad a las publicaciones pagas sobre las orgánicas, básicamente si una empresa quiere figurar en el News Feed de su grupo objetivo ya no basta con tener seguidores naturales, ahora nos estamos viendo en la necesidad de pautar los contenidos para que puedan ser vistos por las audiencias que queremos que los vean, si a esto le sumamos la volatilidad del dólar y su tendencia a la alza pues no es una noticia positiva para los empresarios que quieran figurar en la red social más popular para los colombianos”.
La vivienda
De otra parte, la actividad edificadora en el país también está sintiendo los efectos de un dólar caro. Para el sector, un dólar que supera los 3.000 pesos tiene efectos nocivos para la demanda de importados y en consecuencia aumentos generalizados en los precios de insumos, pero también significa la oportunidad para exportar e impulsar la inversión extranjera.
“Se deben tener en cuenta las dos caras de la moneda del actual fenómeno cambiario. Más allá de lo que ocurra de forma indirecta sobre la demanda agregada y las expectativas, se debe centrar la discusión en los efectos directos sobre los costos de construcción y las posibilidades de incrementar las inversiones en dólares que realizan locales y foráneos en proyectos constructivos”, dice la presidente de Camacol, Sandra Forero Ramírez.
Por un lado, explica que la construcción de edificaciones ha venido aumentando de forma sostenida la demanda de insumos importados. Hace una década, se demandaban menos de 500 millones de dólares en materiales para la construcción y ahora la cifra supera los 2.000 millones de dólares, es decir que se pasó de 8 % a 20 % de bienes importados sobre el total del consumo intermedio sectorial.
“Eso hace que el impacto en los costos de construcción ante una devaluación sea mucho más notorio. Nuestras estimaciones muestran que el 33 % de los materiales de construcción tienen una relación directa con la tasa de cambio. El 64 % de esos materiales reflejan hoy encarecimientos superiores al promedio y representan 18 % de los costos directos de construcción de los proyectos de vivienda”, afirma la ejecutiva.
Oportunidades
Sin embargo, por el otro lado está la oportunidad de canalizar recursos de inversión en dólares hacia la actividad. Un ejemplo son las remesas que recibe el país, que de acuerdo con las cifras del Banco de la República, en el último año entraron 4.287 millones de dólares en remesas del exterior, cifra que valorada a la tasa de cambio actual asciende a 12 billones de pesos y alcanza su nivel máximo histórico.
De otro lado, el gerente del grupo Oikos, Luís Aurelio Díaz, “tras la aguda devaluación del peso frente al dólar, ahora es mucho más barato para los colombianos que viven en Estados Unidos comprar una casa en Colombia. Hace un año con 100.000 dólares compraban una casa de 180 millones de pesos aproximadamente, ahora pueden adquirir una vivienda de más de 300 millones de pesos”, este buen momento para quienes viven en el exterior será por tiempo limitado ya que se espera un dólar que oscile los 2.600 pesos para mediados de 2016.