En apenas tres meses, la economía colombiana se transformó por culpa del dólar. Efectivamente, cuando a partir del 25 de septiembre pasado, el dólar sobrepasó el nivel mágico de los 2.000 pesos y llegó a los 2.007.83 pesos, varios de los indicadores clave para el país, como el comercio exterior y la fortaleza de la moneda cambiaron de rumbo y comenzaron a registrar un panorama distinto e influyente en otras actividades.
Este desplome y el consiguiente aumento del dólar, producto de la caída de los precios del crudo y la especulación con la divisa comenzó a incidir en sectores fundamentales como los rendimientos por las exportaciones, el saldo de la deuda externa del país, el recaudo de impuestos, el costo de los servicios e incluso el valor de los tiquetes al extranjero.
No en vano, Colombia no pudo aprovechar al mejoramiento de los precios del café, pero frenó en algo la caída en el valor del petróleo con la apreciación de la tasa de cambio.
Sin duda el comportamiento del dólar dejó desconcertados a los mercados y analistas que ya daban por descontado que la moneda no se movería por encima de los 2.000 pesos durante este año y daban por descontado que su valor apenas llegaría a los 1.950 pesos
La tendencia
Sin embargo, la tendencia de la moneda rápidamente rompió todas las previsiones y se disparó hasta los niveles cercanos a los 2.400 pesos. Esto significa que durante el año, el dólar se incrementó casi 430 pesos con una apreciación cercana al 28 por ciento.
Para los analistas, a este hecho también se le sumó el incremento en la llegada de dólares al país y a las expectativas sobre las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos sobre las tasas de interés.
El dólar se ha caracterizado por romper todas las barreras: primero el pasado 10 de noviembre cuando alcanzó los 2.100 pesos, después el 1º de diciembre el día que llegó a los 2.200 pesos y a mediados de diciembre cuando rompió el techo de los 2.300 pesos y de los 2.400 pesos en menos de cuatro días.
Sin embargo, la moneda rompió la tendencia al alza como pronostican diferentes agentes en la última Encuesta de Opinión Financiera, EOF, de Fedesarrollo y la Bolsa de Valores de Colombia.
Indica la consulta que en el momento de la encuesta las expectativas de los agentes sobre el comportamiento de la tasa de cambio sugerían que el precio del dólar se ubicaría alrededor de 2.300 pesos para fin de año.
Indican que por cuarto mes consecutivo, la tasa de cambio mantuvo una tendencia al alza, después de la fuerte apreciación presentada entre marzo y julio del presente año producto del denominado “Efecto JP Morgan”, y alcanzando para el periodo julio-noviembre una depreciación cercana al 17,8%.
Expectativas
Ante esta dinámica, la expectativa de los agentes en el momento de responder la encuesta, entre diciembre 2 y diciembre 10, era que el precio del dólar se ubicaría alrededor de 2.300 pesos para finales del presente año, cosa que al parecer no va a suceder.
Esto representa un incremento de 170 pesos en la expectativa mediana para el cierre de 2014, en comparación con la medición realizada en el mes de noviembre. Bajo el panorama económico actual existe gran incertidumbre en torno al precio de la divisa para el próximo año.
En este sentido, para finales del primer trimestre de 2015, los analistas esperan que el dólar se ubique entre 2.200 pesos y 2.325 pesos, con 2.250 pesos como punto de convergencia de las expectativas.
Por último, para un horizonte de seis meses, el 50% de las respuestas de los analistas alrededor de la mediana ubican la tasa de cambio en el rango de 2.180-2.350 pesos, con 2.280 pesos como respuesta mediana.
Asimismo, los administradores de portafolio revelaron la expectativa de cubrimiento contra el riesgo de tasa de cambio, y en menor medida, contra el riesgo de tasa de interés. La EOF pregunta a administradores de portafolio acerca de los tipos de riesgo para los cuales planean establecer una cobertura en los próximos tres meses.
En el mes de diciembre, el 63,6% de los encuestados afirma estar planeando una cobertura contra el riesgo de tasa de cambio en el corto plazo, aunque cabe resaltar que esta cifra es menor en 6,4 puntos a la presentada el mes anterior. Por su parte, el porcentaje de administradores que planea cubrirse contra el riesgo de tasa de interés aumentó, al pasar de 26,6% a 31,8%.
Por último, aumentó ligeramente el porcentaje de analistas que planea coberturas contra el riesgo inflacionario, pasando de 12,5% en noviembre a 15,2% este mes.
De hecho en los primeros diez meses del año, la balanza comercial del país registró un déficit histórico de 3.596,0 millones de dólares.