“Ayúdenme por favor. Oren por mí. Dios los bendiga”, escribió en una red social Sigifredo López el pasado 18 de mayo, cuando era detenido por las autoridades por una orden de la Fiscalía. Cinco meses después el propio fiscal General, Eduardo Montealegre, le dijo “le ofrezco disculpas y le pido perdón”.
Sin duda, el mayor descache del aparato judicial este año fue la detención del exdiputado del Valle del Cauca, sindicándolo de coautoría en el secuestro y posterior asesinato en el 18 de junio del año 2007, de 11 asambleístas a manos de la guerrilla de las Farc, que los había plagiado en 2002 en una cinematográfica acción que desarrolló en la Asamblea departamental en el propio centro de Cali.
López fue el único sobreviviente de esa masacre que las Farc trataron de justificar por un supuesto fuego cruzado entre los guerrilleros encargados de tener a los diputados y un “un grupo militar sin identificar”.
Tras la decisión de esta guerrilla de dejarlo en libertad en el año 2009 junto con otras personas que había secuestrado, López explicó que se salvó porque el 17 de junio fue separado del grupo de asambleístas porque le reclamó a un guerrillero que lo maltrató verbalmente al encontrarlo hablando con un compañero.
López dijo que el 18 de junio de 2007 escuchó ráfagas pero solo se vino a enterar por la radio que sus compañeros habían resultado muertos en un enfrentamiento.
De vuelta a la vida
Tras la traumática experiencia de su secuestro Sigifredo López trató al lado de su familia y amigos de recuperar el tiempo perdido.
Pocos meses después volvió a la actividad política haciendo campaña para alcalde de Cali. Aunque los resultados no fueron los mejores, logró 13 mil votos frente a los 245 mil que obtuvo el ganador Rodrigo Guerrero, el panorama pintaba bien para López en su profesión como docente.
Sin embargo un giro inesperado dio la vida del exdiputado cuando agentes del CTI lo detuvieron en su residencia y los medios de comunicación le contaron al país que la Fiscalía lo acusaba de haber colaborado con la guerrilla para el secuestro de los diputados del Valle.
Pero el estupor de la sociedad colombiana fue mayor cuando un medio de comunicación publicó la prueba reina que tenía la Fiscalía contra López, a pesar de que hacía parte de la reserva del sumario: un video en que supuestamente éste mostraba sobre un plano al comando guerrillero encargado del operativo, la Asamblea del Valle y las posibles rutas de escape.
En el video la persona que da las instrucciones siempre se ve de perfil, sin embargo para la Fiscalía la voz, la nariz y el mentón correspondían con Sigifredo López.
Pero esta no era la única prueba que tenía la Fiscalía para acusar al exdiputado de tan execrable comportamiento, pues en la medida de aseguramiento señala que éste sostuvo varias reuniones con miembros de las Farc y que incluso fue suya la idea de secuestrar a los diputados.
También el documento hacía referencia al testimonio de un desmovilizado que aseguraba que una guerrillera se había reunido en la casa de López para hablar sobre asuntos de las Farc.
Igualmente se registraba el testimonio de Edver Fajardo, desmovilizado del bloque móvil Arturo Ruiz de las Farc; quien señala a López Tobón de ser integrante de esta guerrilla y planear el secuestro en la Asamblea del Valle. “El testigo señala que vio a Sigifredo López Tobón en cinco oportunidades cuando sostenía reuniones entre otros con ‘Pablo Catatumbo’, ‘Walter’, ‘JJ’, ‘Santiago’ y ‘Franco’, miembros del Grupo Armado Ilegal Farc”, registraba el documento de la medida de aseguramiento contra López.
Pruebas de papel
Desde el momento de su captura Sigifredo López defendió su inocencia, argumentando, entro otros, que quién sería capaz de autosecuestrarse y pasar por los padecimientos que tuvo que soportar durante siete años en la selva.
Además, como abogado que es se ocupó de su defensa y en ese sentido pidió que el video en que supuestamente aparecía fuera cotejado por el FBI de Estados Unidos.
Después de pensarlo más de dos veces el fiscal Montealegre dio su visto bueno para que esta grabación fuera analizada por el servicio secreto de Estados Unidos, que a mediados de junio de este año concluyó que el cotejo de voz de la persona del video contra las grabaciones de López no concuerdan, por lo que el organismo norteamericano consideró que no era una prueba concluyente en contra del exdiputado.
Con la caída de la supuesta prueba reina, a la Fiscalía no le quedaban sino los testimonios de los desmovilizados para mantener vivo el proceso en contra de López, pero fue por poco tiempo porque a mediados de agosto pasado el Fiscal General anunció que había inconsistencias en las declaraciones de las personas que vinculaban al exdiputado con las Farc y que serían investigados por falso testimonio.
En octubre pasado en un acto público, el Fiscal General se reunió con López para pedirle perdón a nombre de la institución por la acusación en su contra y el tiempo que estuvo privado de la libertad.
“Pido perdón para que no se olvide que estos hechos deben ser irrepetibles”, destacó Montealegre.
Por su parte López después de regalarle un crucifijo al Fiscal como símbolo de la verdad, dijo en esa oportunidad que “Recibo con humildad estas disculpas públicas por el respeto a la dignidad (...) reclamo que se sepa quiénes estuvieron detrás de los falsos testigos”.
En la actualidad mientras que aún se está a la espera de los resultados de la investigación de la Fiscalía contra el cartel de los falsos testigos que operó en el caso del exdiputado y de otros políticos, Sigifredo López trabaja con una fundación que creó para la defensa de personas inocentes. En los dos meses que lleva funcionando ya han llegado cerca de 150 casos, entre ellos el de la exrepresentante a la Cámara, Yidis Medina, quien tras pagar una condena de cuatro años por vender su voto para que fuera aprobado el acto legislativo que instauró la reelección presidencial inmediata, fue condenada a 32 años por el secuestro de dos políticos de Santander.