El cuadrilátero. Por lo visto, en el Capitolio Nacional quieren instalar un cuadrilátero a la manera del neoyorquino Madison Square Garden. La semana pasada por poco se van a las manos el vicepresidente del Congreso, Guillermo García, y el senador Juan Carlos Restrepo. García respondió con una airada retahíla a Restrepo cuando este lo cuestionó por qué los hacían madrugar tanto para comenzar las sesiones tan tarde. García le respondió: “Usted, simplemente, puede quedarse cazando ‘micos’, como lo hizo con la abortada reforma a la justicia”. ¡Y ahí fue Troya!
El agarrón. El senador Restrepo abandonó su curul y se dirigió al atril principal del recinto, retándolo a duelo, empleando palabras de grueso calibre. Resonaron en el hemiciclo frases de cantina como la muy socorrida “póngala como quiera” o el “afuera nos vemos” de los desafíos escolares. García le ripostó con vocabulario de camionero, recordándole que “él era libre de decir lo que le diera la p… g…”.
Otras peleas. Mientras el delfín Simón Gaviria aplaude la labor del Presidente por el tratamiento que le está dando al Partido Liberal, en un reportaje en el que dijo que el liberalismo es la columna vertebral de la Unidad Nacional, que estaban recibiendo por parte del Ejecutivo central las mejores carteras y agencias, o sea las mejores porciones de la mermelada oficial, viene la reacción del Partido de La U y de los conservadores, quienes, según sus cuentas, hacen la mayoría y los comentarios no dan espera.
Una réplica. Un congresista dice que Gaviria tiene toda la razón: “Los puestos los tiene la burguesía liberal, principalmente en las embajadas, porque al delfín le han dado toda la mermelada con los ministerios del Interior, Salud, Trabajo y Justicia, lo mismo que la Defensoría del Pueblo, a pesar de que Simoncito diga que el conservatismo se opuso a la elección del defensor Otálora”.
Al delfín le han dado otros cargos. Dicen las buenas lenguas que “tiene más agencias que Aviatur y que las agencias que reparte a diario el presidente Santos todas llevan el visto bueno del neoestadista pereirano”.
A Cristo (Juan Fernando) también le han dado su merecido, empezando por Acción Social y ya le tienen listo Invías. Mejor dicho: Lo que le iba a tocar a Ernesto Samper se lo llevó Cristo.
Reclamo airado. El presidente del Senado, Roy Barreras, sale en veloz carrera para donde Juan Mesa, el secretario general de Palacio, a reprocharle por el mal trato que le da al Partido de La U.
Sin barreras en la lengua, Roy le dice: “Usted patrocina desde su despacho el transfuguismo”. (¡Miren quién lo dice!). También lo acusa de tratar de fortalecer al liberalismo, partido que solo tiene 16 senadores y se olvida que la mayoría la componen La U, los conservadores y el PIN.
Pugilato valluno. Desde una de las esquinas del tinglado, “Kid” Barreras libra simultáneos combates con Dilian Francisca Toro, Juan Carlos Martínez y Angelino Garzón, aprovechando que ninguno de los tres está en condiciones de sostenerse por sus propios medios en ninguno de los asaltos.