El petróleo bajó este miércoles por quinta sesión consecutiva sin que la nueva caída de los stocks estadounidenses estimulara la perspectiva de un equilibrio entre oferta y demanda.
El barril de referencia WTI para entrega en julio cedió 48 centavos a 48,01 dólares en el mercado de Nueva York, luego de un fugaz pasaje al alza inmediatamente después de conocer los datos estadounidenses.
En Londres, el barril de Brent para agosto perdió 86 centavos a 48,97 dólares.
Las cifras de Estados Unidos sobre sus inventarios fueron "incontestablemente mejores que las (estimadas por) la API (...) pero no cambia mucho las cosas porque aún hay demasiado crudo" en el mercado, dijo Bob Yawger, de la firma Mizuho Securities.
En la semana cerrada el 10 de junio, las reservas de crudo bajaron 900.000 barriles a 531,5 millones cuando la organización profesional API temía un incremento de 1,1 millones de barriles.
De todas maneras, ellas son un 13,3% superiores a las de la misma época del año pasado. Lo mismo ocurrió con la gasolina y los productos destilados que se mantienen en volúmenes más altos que hace un año.
Según Yawger, si las reservas de gasolina no bajan a comienzos del verano boreal, período de vacaciones que demandan grandes desplazamientos en auto, "no podremos tener un aumento duradero" de los precios.
Otra dato de la jornada fue la decisión de la Reserva Federal (Fed) de mantener intactas las bajas tasas y revisar a la baja en 2 puntos porcentuales la previsión de crecimiento de Estados Unidos para dejarla en 2% para este año.