El colapso de la justicia | El Nuevo Siglo
Viernes, 10 de Enero de 2014

Un notorio grupo de juristas se ha organizado en comités para  protestar por el alarmante y catastrófico caos que vive la Justicia en Colombia. En Bogotá se encuentra funcionando un comité integrado por los jurisconsultos Horacio Gómez Aristizábal, Clara María Parra, Hernán Tovar Cely, Héctor Casas, Jacqueline Gualteros y María Cristina Parra Bohórquez. El Barquero abordo a Gómez Aristizabal, penalista quindiano y columnista de EL NUEVO SIGLO, quien, como promotor del revolcón jurídico, alega que el Sistema Acusatorio colapsó pues la cifra de los pleitos en turno supera ya varios millones, mientras en Colombia la justicia cojea pero viaja.

Pruebas al canto. Una pequeña muestra la constituyen los funcionarios de descongestión que, en Bogotá, son solo 67 y tienen que atender miles de procesos sin ninguna tecnología y casi todo de manera manual; sin archivos que suministren una ágil información; en donde se cuenta con una sola secretaria; con despachos dispersos, en edificios inadecuados y antifuncionales. En el área civil hay 117 juzgados y cada despacho hasta con mil negocios. Mientras tanto los magistrados de las altas Cortes, en su mayoría, salvo algunos casos, se dan la dolce vita, viajando en primera clase por el mundo y con jugosos viáticos. En Colombia también participan de largos almuerzos bailables, que terminan en cocteles hasta altas horas de la noche. Uno se pregunta ¿a qué hora estudiarán algún caso?

No existe logística. El sistema judicial no cuenta con una logística adecuada. Colombia tiene más de 1.000 municipios pero solo el 7% de ellos tiene Medicina Legal y laboratorios forenses al servicio. De otro lado, el personal es insuficiente para el gigantesco volumen de expedientes. Un fiscal con mil negocios tendrá que evacuar tres expedientes por día, lo que se constituye en la práctica en un imposible. Por eso se habla de despenalizar algunos comportamientos y habilitar catedráticos, laboratorios forenses y funcionarios pensionados para que ayuden a descongestionar la justicia, acotó Gómez Aristizábal a La Barca.

La solución. No existe solución a la vista que le ponga coto al anárquico sistema. Lo más triste es que cuando se habla de reformas, solo se concretan a las altas Cortes, menospreciando la base, lo que conduce a la ley de la selva y al sálvese quien pueda... Hace poco se destapó el "Cartel de Paloquemao", que consistía en feriar repartos de expedientes a jueces pre-escogidos que tenían sus propias tarifas para excarcelar presos de alto calibre. Mejor dicho: se corrompió la sal... (Continuará). Síganos en twitter:  @BarberiaBarca.com