El Monterrey, que se impuso al Ulsan Hyundai surcoreano (3-1), este domingo en Toyota, será el rival del Chelsea en semifinales del Mundial de Clubes, mientras que Corinthians se medirá a los egipcios de Al Ahly, tras ganar a los japoneses de Sanfrecce Hiroshima (2-1).

El Monterrey mexicano se reconcilió con el Mundial al vencer al Ulsan Huyndai, campeón de Asia, un año después de la dolorosa derrota en la misma instancia ante el Kashiwa Reysol japonés.

El equipo mexicano había llegado a Japón con ánimo de revancha y logró su objetivo con los goles de Jesús Corona (9) y un doblete del argentino César 'Chelito' Delgado (77, 84), que permite a los regiomontanos llegar a las semifinales, donde espera el jueves en Yokohama el Chelsea inglés.

En caso de ganar al campeón europeo, el Monterrey se convertiría en el primer equipo mexicano y de la Concacaf en alcanzar la final, igualando la gesta del TP Mazembe congoleño en 2010, el único equipo no europeo o sudamericano en lograrlo.

El tanto del honor surcoreano fue marcado casi al final por medio de Lee Keunho (88).

"Nos sentimos contentos con este triunfo. Uno de los objetivos era avanzar a la siguiente fase. En el torneo pasado no lo conseguimos y queríamos hacerlo esta vez. Ahora nos toca bailar con la más fea, como decimos en nuestro país, que es el Chelsea", afirmó el técnico mexicano, Víctor Vucetich.

Con un puesto asegurado entre los cuatro primeros, el Monterrey tratará ahora de igualar o superar el mejor resultado de un equipo mexicano en el torneo, el tercer puesto del Necaxa en 2000.

Por su parte, Al Ahly será el rival del Corinthians brasileño en semifinales, después de que el campeón africano derrotara por 2-1 al Sanfrecce Hiroshima, ganador de la liga japonesa y representante del país organizador, también en Toyota.

Los tantos anotados por Elisayed Hamdi (15) y Mohammed Aboutrika (57) dieron la victoria al conjunto egipcio, que intentará ante el campeón sudamericano, el miércoles en Toyota, dar la sorpresa y mejorar su tercera posición en el Mundial de 2006.

El único tanto de los japoneses fue anotado por su capitán Hisato Sato, en el minuto 32.

Al Ahly tratará de inspirarse en el TP Mazembre congoleño, también campeón africano, que sorprendió a los brasileños del Inter de Porto Alegre hace dos años, convirtiéndose en el único club de fuera de Europa y Sudamérica que ha jugado la final del Mundial de Clubes.

Esta es la cuarta participación del equipo egipcio en un Mundial de Clubes, marca que comparte con el Auckland City neozelandés, disputando su octavo partido en la historia del torneo, un récord.

Los jugadores egipcios, que llevaban brazaletes negros en memoria de los 72 aficionados de su equipo que fallecieron a principios de año en Port Said, quieren hacer un buen torneo para dedicárselo a sus seguidores muertos en aquella tragedia.

"No he tenido tiempo de estudiar bien al Corinthians, pero la actuación de mi equipo fue muy buena y ahora debemos concentrarnos en el equipo brasileño", dijo el técnico egipcio Hossam El Badry.

AFP