En cumplimiento de la ley natural del “botellón”, Jezahel Giraldo, magistrado del Consejo Superior de la Judicatura, masón grado 33 a la sombra, después de haber ejercicio como postulante durante los últimos siete años de todos los actuales integrantes de las altas cortes, renunció a la digna, benemérita y respetabilísima magistratura, aupado por sus postulados, para aspirar –con la seguridad de ser candidatizado y elegido– como magistrado de la Sala de Casación Civil, Agraria y de Familia de la Corte Suprema de Justicia, en remplazo, en primer lugar, de su paisano, el tolimense Edgardo Villamil Portilla, aspiración abortada por un escándalo que le hizo La W, de Julio Sánchez Cristo.
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Vuelve y juega. Como vaca… no olvida el portillo, el Consejo Superior de la Judicatura insistirá nuevamente en la postulación del más cercano amigo de Alberto Santofimio para reemplazar al saliente Jaime Arrubla Paucar. Es decir, el llamado canto del cisne: yo te elijo, tú me eliges, en los estertores de la Sala Administrativa del Consejo Superior.
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Burocracia al por mayor. En un desesperado afán de evitar su eliminación o restructuración, la mencionada sala del Consejo Superior de la Judicatura viene dando pasos de acercamiento con la Disciplinaria, fortalecida por el Ejecutivo en la primera vuelta, a pesar de los cuestionamientos por sus desaciertos jurídicos y mediante un acuerdo que les creó: un magistrado auxiliar para cada despacho en descongestión hasta diciembre 16: Total 7 magistraturas. Un profesional universitario grado 23 para cada despacho: Total 7 profesionales. Un asistente grado 23 para cada despacho: total 7 asistentes.
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Clientelismo judicial. Los cargos anteriores se suman a los que ya tienen, que son 3 magistrados auxiliares por despacho, además de los creados para la secretaría judicial que aparecen relacionados en el acuerdo de la Sala Administrativa.
Increíble la forma de crear cargos en políticas de descongestión que no ha dado ningún resultado para el buen ejercicio judicial, pero sí para el clientelismo judicial. Y qué decir de las posiciones a nivel de direcciones seccionales para los políticos de las regiones, comprometiendo votos para segunda vuelta constitucional, caso Valle del Cauca, en donde se reversó una decisión por presiones políticas y en lista figuran Risaralda, Caldas y Tolima.
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Anuncios ministeriales. A propósito de La Barca del viernes, válido es reconocer que en la cumbre minera de Cartagena estuvieron el gobierno y la gran industria.
El ministro Mauricio Cárdenas le hizo al barquero los siguientes anuncios: 1) En abril someterá a consulta previa de las comunidades indígenas, negritudes y gitanos, como lo manda la Constitución, el texto del articulado del nuevo Código de Minas. 2) Se firmará el acuerdo de autorregulación por parte de las compañías mineras, en aspectos tan esenciales como medio ambiente, responsabilidad social y manejo con las comunidades. 3) La declaratoria de zonas de reserva especial para ser sometidas a subasta, al mejor estilo de la Agencia Nacional de Hidrocaburos. Así, el ministro Cárdenas contribuye a la consolidación de la locomotora minera.