Durante el primer bimestre del año en curso hubo un aumento de 120 por ciento con respecto al año anterior en cuanto tiene que ver con ataques a la infraestructura económica, lo que representa el mayor número de atentados de los últimos seis años.
En cuanto a la parte petrolera, los ataques terroristas en ese sector aumentaron 350 por ciento con respecto al primer bimestre del año pasado, y el caso de la Emerald Energy fue determinante: acosado por secuestros, sabotajes a los transportadores y contratistas se anunció la suspensión de la producción de crudo, según anuncio que se disolvió el jueves con la promesa de que las cosas van a mejorar.
Ataque tras ataque. Pero es que no solamente el caso de Emerald Energy llama la atención. En varias regiones petroleras del país se está presentando ataque tras ataque que complica la situación general. En enero y febrero de este año otro blanco principal fue el oleoducto Caño Limón–Coveñas que en dos meses sufrió 13 atentados, lo que hizo que el bombeo de crudo fuera suspendido durante 20 de los 60 días del bimestre, equivalente a una tercera parte de este periodo.
Unas cifras preocupantes. La guerrilla, pues, hace estragos y el tema del abastecimiento petrolero comienza a hacer metástasis en nuestra petro-economía. Por cuenta de las incursiones del narcoterrorismo el país pierde diariamente la friolera de cien mil barriles de crudo, equivalentes a 300 millones de dólares mensuales, según estadísticas conocidas por La Barca en fuentes responsables. Casos como los denunciados en Casanare, en donde está virtualmente paralizada la explotación de varios pozos; en Arauca “Saudita”, ahora sin oleoducto, volado por la mano apátrida de la insurgencia, y en Puerto Gaitán, sitio donde incursionaron los criminales, dejando mal herido un policía. Todo esto mientras el Presidente Santos viajaba a La Habana sin agenda aunque esperanzado en que la Cuba de los longevos hermanos Castro nos dé una mano para tener en el futuro mejores beisbolistas, boxeadores y basquetbolistas.
El rifirrafe en la cúpula. Mientras tanto, la pelotera entre los Generales Mantilla y Navas está en el punto más álgido. En vez de pelear para afuera lo hacen hacia adentro. Dicen que a Mantilla ni lo quieren ni lo respetan las tropas, pero en 'amor' lo compensan el Ministro de Defensa y el Presidente.
Navas, quien tiene todo el apoyo de sus militares, no da más. Lo que la gente ignora es que este enfrentamiento no es nuevo y comenzó el día cero, y de esas diferencias tenía plena certeza el Presidente Santos. Conociendo tal situación el binomio que planteaba el Ministro era otro e incluía al general en retiro Matamoros. Sin embargo, Santos se ranchó en su terquedad y reemplazó el conflicto del Almirante Cely contra todos los demás por el de Navas contra Mantilla, en el que aún está por verse quién ganará.