La única variedad de asbesto manipulada en Colombia es el crisótilo, reconocida por ser la menos nociva para la salud, manifestó la senadora Sofía Gaviria, del Partido Liberal, al explicar su voto negativo al proyecto que buscaba la prohibición total del asbesto en Colombia, hundido la semana pasada en la Comisión Séptima de la Cámara.
“Si bien, Colombia es uno de los mayores extractores, transformadores y comercializadores de asbesto crisólito en el mundo, la incidencia de casos demostrados de enfermedades causadas por este material es bastante baja”, señaló Gaviria.
La congresista antioqueña se expresó “ante los comentarios al respecto” de su voto en la Comisión, “muchas veces ofensivos y poco ponderados”.
“Creo pertinente compartir con ustedes las consideraciones que nos llevaron a los senadores a acoger las recomendaciones de los ministerios de Salud, Hacienda, Trabajo y Minas, en cuanto a la inconveniencia de aprobar dicho proyecto”, sostuvo.
Para Gaviria, a la hora de emitir un concepto es importante revisar casos como el del municipio antioqueño de Campamento, donde “funciona la cantera de asbesto Bricolsa, generadora del 99,5 por ciento del recaudo municipal por concepto de Industria y Comercio. En el más de medio siglo que lleva esta cantera en funcionamiento, en ese municipio no se ha registrado ningún caso de asbestosis, cáncer pulmonar u otro tipo de enfermedad asociada al asbesto”.
Gaviria consideró que es necesario realizar un estudio riguroso sobre el impacto del asbesto en la salud de todos los trabajadores relacionados con el mismo, no sólo para votar sobre datos claros y confiables, con los cuales no contamos, sino para asegurar que la salud de esos trabajadores no esté actualmente en riesgo.
“En consecuencia, los senadores, en aras de legislar con justicia y sobre bases científicas, acordamos con el Ministerio de Salud adelantar, en el plazo de seis meses, dicha investigación, además de la sistematización de los estudios nacionales pertinentes que existan hasta el momento. Si esa investigación confirma que la prevalencia en Colombia de enfermedades causadas por el asbesto es tan baja, podría, además, dar luces, para el conocimiento científico internacional, sobre las particularidades del asbesto nuestro y sobre las del modo en el que lo tratamos”, sostuvo.
Gaviria sostuvo que también se debe indagar sobre los sustitutos del asbesto, la mayoría de los cuales también han sido señalados como posibles cancerígenos y tendrían que ser importados.
“Mientras tanto, se tendrán que seguir cumpliendo estrictamente los protocolos establecidos en nuestra legislación, bajo la rigurosa supervisión de la Comisión Nacional de Salud del Asbesto Crisótilo y Otras Fibras”, anotó Gaviria, precisando que hace “votos para que Colombia se convierta en un país donde las discusiones fundamentales se hagan con aplomo y con serenidad y no con insultos y con bullying a través de las redes sociales”.