El ajedrez de quienes no alcanzaron Alcaldía bogotana | El Nuevo Siglo
Lunes, 21 de Noviembre de 2011

El ajedrez de quienes no alcanzaron Alcaldía bogotana

Muy pronto empezó a definirse el futuro inmediato de quienes compitieron por la Alcaldía de Bogotá el pasado 30 de octubre, cuando el triunfador terminó siendo el aspirante de Progresistas Gustavo Petro, pero no todos los que fallaron en su intención de llegar al Palacio Liévano se pueden considerar perdedores en el mismo nivel.

Los grandes derrotados, sin duda, fueron el aspirante de lo que terminó llamándose “verde-uribismo”, Enrique Peñalosa, así como el ex candidato presidencial y dos veces alcalde Antanas Mockus, pues ambos, cuando se lanzaron, tenían las principales posibilidades para tomar las riendas del gobierno capitalino a partir del próximo 1 de enero. También se puede considerar como un perdedor de la justa democrática al ex alcalde Jaime Castro, pues un dirigente de semejante trayectoria no debió arriesgar todo su prestigio en una aventura electoral que, desde un principio, se sabía casi suicida, como siempre lo señalaron las encuestas y finalmente se confirmó con su baja votación en las urnas.

El resto de aspirantes, aún perdiendo frente a Petro, no necesariamente se pueden considerar derrotados al mismo nivel de los ya mencionados. Por lo mismo, desde días antes de la elección se sabía que por más que no tuvieran mayor chance de ganar, tendrían un juego político interesante en el nuevo mapa político que se configuró el 30 de octubre. Y esa definición empezó más temprano de lo que se había previsto.

Dos y contando

Tal como había indicado EL NUEVO SIGLO hace dos semanas en su sección Off the record, los ex candidatos a la Alcaldía bogotana Carlos Fernando Galán y David Luna tenían chance de entrar al gobierno Santos. El pasado fin de semana se confirmó que el primero trabajará en la instrumentación de la política anticorrupción y el segundo como Viceministro de Trabajo.

Su ingreso al Ejecutivo estaba cantado e incluso en los pasillos de la Casa de Nariño se hablaba de esa posibilidad aún antes de que se llevaran a cabo las elecciones, pues era evidente que ninguno de los dos podría llegar a ser el sucesor de Clara López en el Palacio Liévano.

En cuanto a otros candidatos que perdieron en la justa electoral, el destino es incierto. De Enrique Peñalosa se sabe que, por ahora, no está interesado en ser designado en el Ejecutivo, pero también es claro que difícilmente aceptaría un cargo que esté por debajo de un ministerio o una alta consejería presidencial.

Incluso personas muy allegadas al ex candidato sostienen que al ser uno de los consultores internacionales con más prestigio en cuestión de urbanismo verde, es constantemente invitado como expositor y forista, logrando ingresos sustanciales por este concepto. Además, necesita tiempo, perspectiva y distancia para evaluar si mantiene su carrera política.

De Gina Parody poco se ha sabido en las últimas semanas. Se dice que salió del país y que está pendiente de definir, con el también ex candidato Antanas Mockus, las bases para crear un centro de pensamiento, muy al estilo de los llamados “Think tank” (tanques de pensamiento) que tanta influencia tienen en la política estadounidense y europea.

Sin embargo, si llega a progresar la idea de que Mockus pueda regresar al Partido Verde, como lo propusieron varios dirigentes de esta última colectividad, todo se vendría al piso, toda vez que Parody no abandonaría su franja de política independiente. Es más, en algunos corrillos se asegura que el presidente Santos la tiene en la mira para un cargo de primer orden, nacional o internacional.

Aún así, fuentes cercanas a Mockus admiten que el recibo de la propuesta de su eventual regreso a las toldas verdes no fue la mejor y que se trató de un error por la forma tempranera en que la idea fue puesta sobre la mesa, cuando aún estaban muy a flor de piel las heridas por la debacle electoral de Peñalosa frente a Petro.

A hoy el destino político más factible de Mockus es la posibilidad de que sea tenido en cuenta en la directiva de la Alianza Social Independiente (ASI), que fue finalmente el partido que avaló su aspiración a la Alcaldía, la misma que a mitad de campaña declinó para adherir a la postulación de Parody.

Paradojas

El desarrollo de los acontecimientos post-electorales en Bogotá tiene varias paradojas.

Por ejemplo, Luna y Simón Gaviria eran las principales fichas del peñalosismo años atrás y bajo su partido “Por el país que soñamos” llegaron a la Cámara en 2006.

Sin embargo, ambos migraron luego al liberalismo, en donde el primero no aspiró a repetir curul en 2010 y preparó su candidatura a la Alcaldía, propósito en el que falló pero ahora recibe como “consuelo” el Viceministerio de Trabajo. Mientras que el segundo se convirtió en una de las mayores votaciones a la Cámara por Bogotá el año pasado y hoy es nada menos que Presidente de esa corporación legislativa. También hace parte del Directorio Nacional Liberal y se proyecta como una de las figuras de más futuro en las toldas rojas. Es más, ya hay quienes lo ven como posible candidato a la Alcaldía capitalina en 2015 o al Senado en 2014.

Y otra paradoja termina siendo que pese a que Petro ganó la Alcaldía cabalgando sobre el desprestigio del Polo y la denuncia de los escándalos de corrupción en la administración de Samuel Moreno, la sucesora de éste Clara López, que fue designada (de terna del Partido de las toldas amarillas) por el presidente Santos para terminar el periodo cuatrienal, ostenta hoy unos altos puntajes de favorabilidad.

Es más, López es desde ya no sólo la más firme aspirante a retomar la jefatura única del Polo sino que muchos la ven como carta fija a la candidatura presidencial en 2014 o a buscar la sucesión de Petro en 2015.