Jueves, 9 de Febrero de 2012
Están de acuerdo los comerciantes y empresarios en que a la industria colombiana le resulta más barato importar el aceite líquido que producirlo en el territorio nacional.
A causa de la dura situación económica que vive el 65% de la población colombiana, además de la cultura del regateo, generada por esa misma circunstancia, dice el director nacional del programa Fenaltiendas de Fenalco, que se “ha impulsado a los tenderos a comercializar aceite de contrabando, alterado o falsificado con tal de que se ajuste al bolsillo de los consumidores que, por desconocimiento, se enfocan en el precio y no en la calidad del producto”.
De esta manera no se está afectando solamente la salud de los consumidores colombianos de aceite de esta procedencia, sino también las finanzas y la competitividad de las empresas que producen aceite líquido en el país.
Son $400 mil millones los que esta industria está perdiendo como consecuencia del contrabando o la falsificación de marcas de aceite en todo el país.
Por este motivo, por ejemplo, la Asociación Colombiana de la Industria de Grasas y Aceites Comestibles, Asograsas, argumenta que es más barato importar el líquido de Argentina o Bolivia, que hacerlo en Colombia, lo cual podría generar el abandono de los productores del negocio del aceite líquido para concentrarse en la producción del sólido.