Tailandia conoció una jornada de creciente violencia, con un policía muerto a disparos y decenas de heridos en manifestaciones de opositores dispuestos a impedir la celebración de elecciones legislativas, que el gobierno se negó a postergar.
El ejecutivo tailandés rechazó este mismo jueves la idea de posponer las legislativas previstas el 4 de febrero, tal como había sugerido la Comisión electoral debido a las violentas manifestaciones en el país.
"La Comisión electoral dice que las elecciones generarán violencias. El gobierno piensa en cambio que es la aplazamiento de los comicios lo que traerá violencias" declaró el viceprimer ministro Phongthep Thepkanjana.
El policía muerto poco antes "fue alcanzado en pleno tórax", según declaró a la AFP Jongjet Aoajenpong, director del hospital. Otras personas resultaron heridas por estos disparos de origen desconocido.
Estos disparos se produjeron cuando manifestantes intentaron entrar por la fuerza en el estadio de Bangkok en el que se presentan desde el lunes las candidaturas para las legislativas.
El estadio fue incluso bloqueado por los manifestantes, obligando a varios responsables de la comisión a ser evacuados por helicóptero.
También hay varios policías heridos, entre ellos uno que recibió un impacto de bala en el brazo.
En total, 66 personas fueron hospitalizadas, entre ellas un manifestante en estado grave, según el último balance de los socorristas. "Al parecer resultó herido de un disparo de bala" en la cabeza, informó el ministerio de la Salud.
Desde hace semanas, los manifestantes reclaman la dimisión de la primera ministra Yingluck Shinawatra, a la que acusan de ser un títere de su hermano, Thaksin Shinawatra, un ex jefe de gobierno que vive en el exilio desde un golpe de Estado contra él en 2006.
Exigen que el gobierno sea reemplazado por un "consejo del pueblo" no electo, durante 18 meses, antes de celebrar nuevas elecciones.
Yingluck Shinawatra se halla ahora ante una difícil situación, enfrentada a una movilización creciente, y con manifestaciones diarias que reunieron hasta a 150.000 personas.
Para poner fin a la crisis, Yingluck convocó elecciones legislativas para febrero, pero la oposición anunció que las boicotearía./AFP