Al menos 11 personas fueron decapitadas en un ataque reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en un puesto de control de las fuerzas del mariscal rebelde libio Jalifa Haftar, a 500 km al sur de Trípoli.
"Al menos nueve soldados fueron decapitados (...) y también dos civiles (...) en una posición" del Ejército Nacional Libio (ENL), declaró el coronel Ahmed al Mesmari.
El grupo EI reivindicó la autoría del ataque a través de su agencia de propaganda, Amaq, vía la aplicación de mensajes Telegram, y aseguró que sus combatientes habían matado o herido a "21 miembros de la milicia de Haftar".
El ataque ocurrió a primera hora del miércoles en un puesto de control de las fuerzas leales al mariscal Haftar en la región de Jufra.
El ENL conquistó a primeros de junio esa zona, arrebatando una base aérea a las Brigadas de Defensa de Bengasi, una coalición de combatientes opuestos a Haftar, integrada por islamistas expulsados de la ciudad oriental de Bengasi.
El EI sigue activo en Libia, sobre todo en el sur y el este del país, pese a la pérdida de su bastión de Sirte (norte) en diciembre de 2016, según analistas y fuentes militares.
Desde la caída del régimen de Muamar Gadafi, en 2011, el país es escenario de conflictos entre milicianos y dos autoridades que se disputan el poder: el Gobierno de Unión Nacional (GNA), reconocido por la comunidad internacional y con sede en Trípoli, y un Gobierno que ejerce su poder en el este con el apoyo del mariscal Haftar.