El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó el atentado suicida que dejó el jueves seis muertos, entre ellos un bebé, en un puesto de control en la ciudad petrolera de Ras Lanuf, en el este de Libia.
La rama libia de la organización radical sunita precisó en un comunicado que el ataque había sido perpetrado por un combatiente extranjero que utilizó un coche bomba.
Horas antes, un atentado similar mató a más de 50 personas en un centro de formación de la policía en Zliten, ubicada a unos 170 km al este de Trípoli.
Ningún grupo reivindicó ese ataque, el más sangriento desde la revolución que derrocó en 2011, con la ayuda de una intervención internacional, al líder libio Muamar Gadafi.
Desde el derrocamiento y la muerte de Gadafi, ejecutado por los revolucionarios, Libia está sumida en el caos con dos gobiernos rivales que se disputan el poder: uno en el este, reconocido por la comunidad internacional, y el otro en la capital, Trípoli, vinculado a la coalición de milicias de Fajr Libya.
Inquietos por la posibilidad de que los yihadistas estén estableciendo un nuevo bastión a las puertas de Europa, los países occidentales insistieron en los últimos meses en la urgencia de alcanzar una solución para unir a las facciones rivales que controlan el país norteafricano.
El 17 de diciembre, miembros de los dos parlamentos enfrentados y representantes de la sociedad civil libia firmaron en Marruecos un acuerdo supervisado por la ONU para la formación de un gobierno de unidad nacional con sede en Trípoli.
Ese pacto no cuenta, sin embargo, con el pleno apoyo de ambas cámaras, y los líderes de los parlamentos avisaron que quienes lo firmaron no tenían legitimidad para hacerlo.
- 'La unidad es el mejor camino' -
Tras los atentados del jueves, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aseguró que esos "actos criminales son un importante recordatorio de la urgencia de implementar el acuerdo político libio y formar un gobierno de unidad nacional".
"La unidad es el mejor camino para que los libios afronten el terrorismo bajo todas sus formas", añadió Ban.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, se reunirá este viernes con políticos libios, incluido Fayez al Sarraj, designado como futuro primer ministro del gobierno de unidad nacional, según el acuerdo de diciembre.
"El pueblo de Libia se merece la paz y la seguridad y tiene una gran oportunidad de dejar a un lado sus divisiones y trabajar junto, unido, contra la amenaza terrorista que afronta el país", declaró Mogherini el jueves.
En los últimos meses, aprovechando la inestabilidad en la que está sumido el país, el EI conquistó la ciudad de Sirte, situada a 450 kilómetros al este de Trípoli, desde donde intenta extender su control a otras regiones.
El lunes lanzó una ofensiva contra los terminales petroleros de Ras Lanuf, al este de Sirte.
Varios oficiales avisaron que el Estado libio podría quedar paralizado si los yihadistas logran hacerse con el control de los recursos concentrados en esa región, la llamada "media luna petrolera".
El EI cuenta con unos 3.000 combatientes en Libia, según Francia. En noviembre, el fiscal de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda, aseguró que el grupo perpetró al menos 27 atentados en Libia en 2015. /AFP