Hamas y la izquierda palestina afirmaron el sábado que los tres palestinos abatidos en Jerusalén tras haber asesinado a una policía israelí pertenecían a sus filas, desmintiendo la reivindicación del grupo yihadista Estado Islámico.
"La reivindicación del Estado Islámico es un intento de enredar las cosas", señala en un comunicado Sami Abou Zouhri, un portavoz del movimiento islamista en Gaza. El ataque, añade, fue perpetrado por "dos palestinos del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP, izquierda histórica palestina) y un tercero de Hamas".
Previamente, el grupo yihadista EI había reivindicado el ataque con cuchillo en el que murió una policía israelí en Jerusalén.
En un comunicado difundido en la red encriptada Telegram, el EI afirmó que tres de sus combatientes "atacaron un grupo de judíos", en una operación durante la cual los tres asaltantes fueron abatidos por policías israelíes. Este ataque "no será el último", advirtió el grupo yihadista.
Una policía israelí fue apuñalada el viernes en la Ciudad Vieja de Jerusalén murió y tres presuntos atacantes fueron ultimados, indicó la policía israelí.
"Una policía fue herida gravemente en un ataque en la puerta de Damasco", uno de los ingresos a la Ciudad vieja, indicó el portavoz de la policía israelí, Micky Rosenfeld, en un comunicado.
"Tres terroristas árabes ultimados por unidades de policía", agregó.
Unas horas después, la policía indicó que la uniformada, de 23 años, murió en el hospital por las heridas que sufrió.
Según la policía, dos atacantes dispararon contra un grupo de policías que replicaron, al mismo tiempo que otro hombre apuñalaba a la policía a unos metros del lugar, antes de ser ultimado a su vez.
Los médicos afirmaron que otras cuatro personas resultaron gravemente heridas en el ataque, dos levemente y dos moderadamente.
La jefa de la policía de Jerusalén, Yoram Halevy, indentificó a los tres atacantes como palestinos de Samaria.
Los servicios de seguridad interior de Israel, el Shin Beth, afirmó por su parte que los tres atacantes eran originarios de una localidad cercana a Ramala y que estuvieron implicados en el pasado en "actividades terroristas". Dos nacieron en 1998 y el tercero en 1999.
Un cuarto palestino originario de Hebrón (sur de Samaria), Amer Badaui, que fue presentado por las fuerzas de seguridad palestinas como uno de los atacantes, era en realidad un transeúnte herido por los disparos que obligó a su hospitalización, según la policía israelí.
El ataque ocurrió cuando decenas de miles de palestinos de Jerusalén este y Samaria realizaban oraciones en el sitio de la mezquita Al Aqsa, con motivo del tercer viernes del mes de ayuno sagrado musulmán del Ramadán.
La mezquita se encuentra en Jerusalén Este, la parte palestina de la ciudad.
El movimiento islamista Hamas, que controla la franja de Gaza, estimó que este ataque "es una prueba de la revolución de los palestinos contra el enemigo".
Israel distendió las restricciones de ingreso a Jerusalén de los palestinos de Samaria para el mes de ayuno del Ramadán.
Pero "gran cantidad de jóvenes (palestinos) ingresan (a Israel) sin permiso, aprovechan del Ramadán para estar en Jerusalén", declaró Halevy a la prensa en el lugar del ataque.
Los Territorios palestinos e Israel viven una ola de violencia que ha causado la muerte desde el 1 de octubre de 2015 de 272 palestinos, 41 israelíes, dos estadounidenses, dos jordanos, un eritreo, un sudanés y una británica, según balance de la AFP.
La mayoría de los palestinos muertos son presuntos autores de ataques anti-israelíes, la mayor parte cometidos con arma blanca por jóvenes aislados.
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