En Colombia, en promedio, se pierden al año US$5.200 millones por el uso desmedido de electricidad en todos los sectores de la economía del país.
Según la Unidad de Planeación Minero Energética, UPME, la industria ocupa el segundo lugar de derroche de energía con un 32% de los gigavatios desperdiciados.
Una empresa mediana, del sector secundario de la economía, puede llegar a pagar hasta $300 millones mensuales en la tarifa de energía y de acuerdo con la ANDI, las empresas gastan entre un 20 % y un 35%, de los costos de producción, en el servicio de energía, dependiendo del sector donde se desempeñe.
Para Ludovic Autran, CEO de Greenyellow Colombia, el sector empresarial, puede recurrir a un programa de Eficiencia Energética, que consiste en la implementación de soluciones para ahorrar energía, reduciendo su consumo en consecuencia su factura, sin disminuir el desarrollo productivo puesto que las soluciones están hachas a la medida respectando las condiciones operativas de la empresa. Este modelo, cuya implementación no necesita ninguna inversión, garantiza un ahorro del 20% al 25% en el consumo energético.
Actualmente Greenyellow cuenta con más de 100 proyectos de Eficiencia Energética, contribuyendo así a un ahorro significativo en el país, en promedio del 25% en la factura de energía.
“Esta medida, además de impactar positivamente en las finanzas de las empresas, también disminuye las emisiones de CO2 producidos por las centrales de generación de energía termoeléctrica, que trabajan principalmente con combustible fósil, y que representan el 29% de la matriz energética nacional” aseguró el CEO de la compañía que comenzó operaciones en Colombia desde 2007.
Para Autran, es importante entender que el gasto energético se compone de dos variables fundamentales: la cantidad de energía que se consume, multiplicada por el precio unitario o tarifa. Por lo tanto, si se pretende reducir el gasto energético de manera global, es necesario implementar acciones específicas en ambos componentes la ecuación, con el fin de no solo mitigar el consumo eléctrico, sino también impulsar positivamente la productividad empresarial de la región, generando reinversión y crecimiento empresarial, con la energía solar por ejemplo.