Las estrategias para enfrentar la extorsión en Colombia que deja ganancias superiores a los dos billones de pesos anuales se están fortaleciendo, según reveló la Policía Nacional.
De acuerdo con las autoridades, al contabilizar desde el 1 de enero de 2000 a la fecha se han registrado 26.448 víctimas de esa modalidad criminal.
Nadie escapa a este flagelo. Para los servicios de inteligencia de los Grupos de Acción Unificada por la Libertad Personal (Gaula) militares y de la Policía que operan en todo el país, los dueños de las droguerías, de pequeños de negocios, los conductores de buses y busetas de servicio público, los tenderos, los comerciantes en las plazas mayoristas, entre otros, reciben frecuentemente llamadas de personas que se identifican como miembros de grupos terroristas, subversivos, de las bandas criminales al servicio del narcotráfico (Bacrim) y de la delincuencia común.
En el sur de Bogotá, tenderos y dueños de pequeños negocios y droguerías son intimidados por antisociales que se identifican como integrantes de las Farc, del Eln, de las Bacrim y de redes de delincuentes comunes que exigen pequeñas o millonarias sumas para no atentar contra sus establecimientos o la integridad de sus familiares.
Mientras tanto, en Antioquia, en varias de las comunas, los pequeños comerciantes e incluso ciudadanos de bien tienen que pagar pequeñas cantidades de dinero a personajes que se identifican como “milicianos” o miembros de grupos armados al margen de la ley o “combos”.
“Nadie escapa. Los camioneros que transportan bebidas, arroz, huevos y productos agrícolas también deben cancelar su cuota o el vehículo puede resultar incendiado con mercancía y todo”, precisó un vocero de las agencias de seguridad.
A pesar del registro de 26.448 extorsiones, muchos son los casos no denunciados ante el Gaula de la Policía Nacional.
Empresarios, ganaderos, finqueros y comerciantes, entre otros, afrontan extorsiones y amenazas en los departamentos de Sucre, Norte de Santander, Santander, Bolívar, Putumayo, Cauca, Caquetá, Meta, Casanare, Meta y Huila.
El director Antisecuestro y Antiextorsión de la Policía Nacional, general Humberto Guatibonza, le contó a EL NUEVO SIGLO que en Medellín, Bogotá, Cali, Barranquilla y Santa Marta, entre otras ciudades, se incrementó la lucha contra este flagelo.
Guatibonza explicó que los delincuentes saben que es más fácil extorsionar que secuestrar o ejecutar otra acción criminal como atracar o robar, porque además de poner en riesgo su vida, casi siempre son capturados por la rápida reacción de los uniformados destacados en los cuadrantes y en los planes de vigilancia y control.
El oficial insiste en que es fácil para los criminales tomar el directorio y empezar a llamar a sus potenciales víctimas e incluso envían emisarios a los establecimientos comerciales para anunciarles que son integrantes de un “combo” o “banda” y que son los encargados de la seguridad en el sector y que por este “trabajo” les deben pagar una modesta cuota diaria, semanal o mensual.
Pero, afirma el general Guatibonza, por fortuna los colombianos están denunciando y no se dejan intimidar.
“La denuncia es nuestra herramienta fundamental, porque por ahí empezamos nuestro trabajo y nos permite capturar y poner en la cárcel a un criminal”, precisó.
Entre las modalidades de extorsión se encuentran la microextorsión; la carcelaria, la intimidación callejera, “la falsa protección o seguridad de los establecimientos”, la devolución de bienes y devolución de vehículos, bicicletas, motocicletas e información intima o personal.
Precisamente el oficial explicó que entre las modalidades de la extorsión que todos los días crece, está la “ciberextorsión”.
“Se trata de redes criminales que en algunos casos cuentan con ‘hakers’ o criminales informáticos. A estos criminales se le pueden sumar los llamados ‘script kiddies’, gente que invade computadoras, usando programas escritos por otros. Este uso se ha vuelto tan predominante y de alto riesgo para sus víctimas”, dijo uno de los investigadores.
Los criminales dedicados a la “ciberextorsión” se dedican a cazar datos confidenciales o secretos en los computadores, en correos o carpetas y en las redes sociales para exigir importantes cantidades de dinero a cambio de no divulgar sus hallazgos masivamente en las redes sociales.
La evolución
El Gaula de la Policía reveló que en 2000 se registraron 1.755 casos de extorsión; en 2001, 2.245; en 2002, 2.506; en 2003, 2.184 y en 2004, se registraron 2.351 víctimas de este flagelo.
La información oficial registra que en 2005 registró una dramática disminución con un registro de 1.820 casos, tendencia que continuó en 2006 con 1.652, en 2007, 1.082 y en 2008 registra la cifra más baja en materia de extorsión con 830 casos.
Sin embargo, a pesar de la modernización de los Gaula de la Policía, con equipos de tecnología de última generación, en 2009 se registra una nueva escalada con 1.373 casos, mientras que en 2010 registra una leve disminución con 1.352 hechos, es decir, 21 acciones criminales menos.
En los últimos tres años, la extorsión se incrementó dramáticamente pues en 2011 se registran 1.805 víctimas; en 2012, 2.316 casos y 2013 presenta el mayor número de extorsiones registradas en Colombia: 3.160. En lo corrido del presente año se presentan 17.
La extorsión se registra en 29 de los 32 departamentos, pero gracias al trabajo del Gaula, en muchos sectores de las principales ciudades del país no se presenta este flagelo. También en muchas plazas de mercado del país fue erradicado este fenómeno, gracias a la denuncia de las víctimas, afirmó el general Guatibonza.
A pesar de que las cifras captadas por las redes criminales dedicadas a la extorsión es casi imposible de cuantificar, los expertos de los Gaulas militares estiman que fácilmente pueden superar los dos billones de pesos.
Los investigadores precisan que las extorsiones van desde los 1.000 pesos hasta los 100 millones, y en otros casos las víctimas son secuestradas y vendidas a grupos armados al margen de la ley.
De acuerdo con la información oficial, la delincuencia común ocupa el primer puesto en extorsiones, seguida por las Farc que renunciaron a la práctica del secuestro como uno de sus sistemas de financiación de cara a los diálogos de paz que se adelantan en La Habana, en Cuba, con el Gobierno nacional, pero como tienen que seguir obteniendo recursos para financiar sus actividades al margen de la ley, acudieron a la extorsión; en tercer lugar la guerrilla del Eln y en cuarto lugar las bandas emergentes al servicio del narcotráfico o Bacrim.
“Lo que está sobre el tapete en este momento son las pequeñas extorsiones continuas”, sostuvo el general Guatibonza.
“Son extorsiones diarias, semanales o máximo cada quince días. Cobran pequeñas cuotas, pero continuas. Estamos hablando entre 1.000 a 100.000 pesos diarios o semanales”, precisó, agregando que “en cuanto a la microextorsión, también trabajamos para desarticular las estructuras completas. Es decir, no solo capturar al que hace la llamada o al que recibe el dinero, sino a sus autores intelectuales y demás ejecutores”.
Explicó que “trabajamos para capturar a la totalidad de la red criminal. Tenemos investigaciones que han durado más de dos años, pues tenemos que hacer mucha investigación para concretar las pruebas que permitan enviar a prisión a los criminales. Trabajamos para presentar un buen caso ante un juez para que los extorsionistas no queden en libertad”.
Reveló que “gracias a la experiencia, a la versatilidad de nuestros investigadores, a la paciencia y a los equipos de última generación estamos capturando un promedio entre seis, siete y ocho extorsionistas cada 24 horas en el país. Nosotros no paramos en ningún momento”.
Los niños
El general Guatibonza afirmó que todos los días crecen las cifras de niños y jóvenes menores de 18 años, involucrados en casos de extorsión.
Precisamente, en esta materia en Colombia se registra el único caso en el mundo de la captura del extorsionista más joven: un niño de 12 años. “Increíble”, afirma Guatibonza.
“Es que nosotros todos los días nos sorprendemos. Como por ejemplo, cuando establecimos que un niño de 11 años hurtaba el dinero de sus padres y elementos de valor de su casa para pagar extorsiones de que era objeto por parte de un joven de 18 años y de un menor de 14, en el municipio de La Virginia, en Risaralda”, contó.
El general Guatibonza reveló que, en otro caso, dos niños en forma permanente recibían amenazas de muerte si no pagaban el dinero exigido, además de entregar sus teléfonos celulares y juegos electrónicos. El oficial explicó que gracias a la denuncia de los padres de familia de los niños víctimas de la extorsión, se logró la captura de un menor y un adulto en momentos en que recibían 100.000 pesos producto de la acción criminal.
Expresó que “los niños fueron conminados a sacar electrodomésticos, juegos electrónicos y otros elementos, pero gracias al temor de una eventual recriminación que podrían recibir por sacar estos elementos de sus hogares para pagar la extorsión, decidieron contar lo sucedido y sus padres de inmediato demandaron la intervención del Grupo Gaula de la Policía que capturó a los supuestos responsables de la acción criminal, quienes quedaron a disposición de las autoridades competentes para el desarrollo de la correspondiente investigación con intervención del ICBF”.
Las estrategias
El general Guatibonza afirmó que la lucha contra la extorsión es permanente: las 24 horas del día, los siete días de la semana, los 30 días del mes y los 12 meses del año.
“Para el Grupo Gaula de la Policía Nacional es necesaria la denuncia para enfrentar con vigor este flagelo y enviar a la cárcel a los responsables de esta acción criminal”, afirmó.
El oficial insistió en que es necesario trabajar sin descanso para neutralizar este accionar criminal y cada día contamos con más herramientas, con equipos de tecnología de punta o de última generación que nos permiten avanzar y avanzar en esta lucha para que los colombianos puedan convivir en paz y en tranquilidad.
Guatibonza aseguró que con la campaña Yo no pago; yo denuncio “se incrementaron las denuncias de las víctimas de este flagelo. Ya llevamos dos años con esta campaña que nos arroja muy buenos resultados, pues las denuncias se incrementaron significativamente por el orden del 25 al 30 por ciento. Otros ciudadanos a pesar del temor que sienten por la intimidación, también nos informan”.
“El nivel de denuncia del año 2013 fue superior a la del 2012. Es un aliciente muy importante para nosotros y nos permite colegir que la campaña está funcionando y que cada día los ciudadanos víctimas creen más en su Policía y en sus resultados”, anotó.
Expresó que “los retos para el 2014 son grandes y esperamos que con nuestras campañas los ciudadanos incrementen sus denuncias, para que nosotros podamos investigar, identificar, judicializar y capturar a los responsables de esta modalidad criminal que afecta a los colombianos”.
Afirmó que “el Grupo Gaula tiene una efectividad del 95 por ciento en la lucha contra la extorsión en Colombia. Es decir, evitamos el pago de multimillonarias sumas de dinero, porque contamos con las denuncias oportunamente”.
Reiteró que “los ciudadanos víctimas de una acción criminal deben acudir al Grupo Gaula y denunciar y así nuestros investigadores trabajarán sin descansar hasta neutralizar la acción criminal y poner tras las rejas a los antisociales”.
Aseguró que “es muy bueno, es de vital importancia que las denuncias se incrementen y por esta razón nosotros brindamos seguridad a ese ciudadano que denuncia, en el sentido que el criminal es capturado y no va a salir a la calle en poco tiempo, porque ahora las penas son fuertes y muy largas contra los extorsionistas”.
De otro lado, el oficial se refirió al trabajo que se adelanta con el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, INPEC, para enfrentar el fenómeno de la extorsión que se venía registrando desde las cárceles del país.
“Hasta este momento numerosos centros carcelarios cuentan con bloqueos para evitar que salgan llamadas a través de celulares que logran ingresar clandestinamente a las prisiones. Es un tema que nos preocupa, pero que por fortuna permite en forma significativa la disminución de las llamadas extorsivas”, anotó.
Aclaró que “no todas las cárceles y penitenciarias están controladas, pero todos los días se avanza en ese proceso para combatir no solo esa modalidad criminal sino otras conductas al margen de la ley. Por fortuna, reitero, trabajamos en soluciones técnicas y científicas”.
Aseguró que en todos los departamentos del país se cuenta con un Gaula para recibir las denuncias, investigar y capturar a los antisociales, pues siempre se busca ayudar a los ciudadanos y enfrentar el crimen en todas sus manifestaciones.
Insistió en que “vamos a motivar la denuncia ciudadana, a pesar que sabemos a ciencia cierta que un empresario o una ama de casa blanco de una extorsión, le da miedo y terror acudir ante las autoridades, pues el criminal le comunica que tienen controlados todos sus movimientos e incluso los de sus seres queridos. Estamos, incluso, trabajando para que la persona que denuncie, en principio no se identifique”.
El oficial narró que “nosotros estamos recibiendo un promedio de diez denuncias de extorsión cada 24 horas en el Grupo Gaula. El año pasado resolvimos más de tres mil casos de extorsión. Este año nuestra meta es aumentar nuestra efectividad gracias a la confianza que tienen los colombianos para enfrentar este delito”.
Reveló que en muchos sectores de la capital del país y en Bucaramanga, no hay extorsiones.
“Muchas plazas de mercado y empresas eran azotadas por la extorsión y hoy podemos decir que están libres de este delito. Puedo afirmar que se le está ganando la guerra a la extorsión y así lo muestran las estadísticas. Nosotros no trabajamos solos, pues siempre está presente la Fiscalía General de la Nación. Trabajamos estrechamente para que estos resultados se puedan dar y enviar a la cárcel a los criminales”, agregó el general Guatibonza.