CRUCE de acusaciones se registraron entre Estados Unidos y Rusia, que volvieron a mostrarse los dientes en el Consejo de Seguridad de la ONU durante una reunión de emergencia sobre la violencia en Siria, donde Alepo volvía a ser golpeada por intensos bombardeos.
El Consejo de Seguridad organizó una reunión de emergencia al margen de la Asamblea General de la ONU, luego del colapso de una endeble tregua negociada por Washington y Moscú hace una semana.
Al abrir la reunión, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expuso de forma brutal la gravedad de la situación: "la tragedia siria nos avergüenza a todos", dijo, a causa del "fracaso colectivo de la comunidad internacional" en contribuir a una salida a la catástrofe.
En la visión de Ban, el mundo vive "un momento bisagra", y por ello llamó a los países involucrados a que "usen su influencia para restablecer el cese de hostilidades" en Siria.
Las operaciones militares se reanudaron el lunes, rompiendo una tregua que duró escasamente una semana. Poco después se verificó un violento ataque a un convoy de ayuda humanitaria de la Media Luna Roja y la ONU al norte de Alepo, que dejó unas 20 personas muertas.
La reunión ayer en el Consejo de Seguridad fue marcada por la evidente tensión entre Estados Unidos y Rusia, en especial porque Washington responsabiliza a Moscú por el ataque al convoy de ayuda humanitaria, ya que sus aviones operaban en la zona.
Un responsable estadounidense que pidió el anonimato declaró el martes que según su "mejor estimación [...] fueron los rusos quienes dirigieron este bombardeo", y que dos bombardeos rusos SU-24 sobrevolaban la zona en ese momento.
Sin embargo, la diplomacia rusa condenó "con indignación y cólera" estas acusaciones "sin fundamento y precipitadas" y señaló que en el lugar había un dron estadounidense.
En un discurso a todas luces tenso, el secretario estadounidense de Estado, John Kerry, dijo que al escuchar el análisis de su homólogo ruso, Sergei Lavrov, tenía la impresión de que éste estaba en un "universo paralelo".
Kerry manifestó que para restaurar credibilidad a los esfuerzos diplomáticos por una tregua "debemos inmediatamente ordenar que aterricen todos los aviones que vuelan en esas áreas, para desescalar la situación y dar una oportunidad a que la ayuda humanitaria pueda llegar" sin problemas a la región.
Por su parte, Lavrov señaló en su intervención que todas las partes deben esforzarse para garantizar que los grupos rebeldes sirios cumplan con la tregua, y añadió que la lista de grupos que no están cubiertos por el cese del fuego debe ser revisada.
"Si podemos ponernos de acuerdo en un abordaje amplio, un abordaje integrado y multifacético, las posibilidades de que el cese de hostilidades sobreviva y sea exitoso serán mayores", expresó el jefe de la diplomacia rusa.
Entre tanto, en la madrugada de ayer se produjeron decenas de bombardeos contra Alepo y los alrededores de esta ciudad, dividida entre leales al régimen y rebeldes, informaron un corresponsal de la AFP y una organización no gubernamental (ONG).
Un periodista de la AFP, en la parte rebelde de la segunda ciudad de Siria, constató "al menos 100" explosiones desde la medianoche hasta las 05H00 de la madrugada (02H00 GMT