Ocho meses después de la quiebra de MF Global, la casa de corretaje de derivados PFGBest, acusada por la autoridad estadounidense de regulación de fraude, se declaró en quiebra el martes y solicitó la liquidación judicial, informó la prensa local.
PFGBest se declaró en quiebra ante la corte de quiebras de Chicago (Illinois, norte), poniéndose bajo la protección del capítulo 7 de la Ley de Quiebras, informó el martes el diario financiero en su versión digital, lo que significa que los activos de la casa de corretaje serán liquidados.
Esta información fue difundida poco después de que la autoridad estadounidense de regulación del sector (Commodity Futures Trading Commission, CFTC) presentara una demanda por fraude contra la casa de corretaje ante un tribunal de Illinois.
La CFTC acusa Peregrine Financial Group (PFG) y a su director general y único propietario, Russell Wasendorf, de haber malversado los fondos de sus clientes.
La acusación estima que se habrían realizado declaraciones falsas en las cuentas bancarias, exagerando el monto de los depósitos, por un total de 200 millones de dólares, que están ahora perdidos.
La denuncia tuvo lugar al día siguiente de la decisión por parte de la organización de autorregulación del sector de derivados en Estados Unidos (National Future Association, NFA), de prohibir a PFG y a Peregrine Asset Management (PAM) continuar con la mayoría de sus actividades y en especial aceptar nuevos clientes o nuevos fondos.
El FBI investiga el caso, dijo a la AFP un portavoz de la policía federal estadounidense. "Evaluamos la situación de los hechos", dijo.
Por su parte, Russell Wasendorf se encuentra en un hospital de Iowa (centro-norte) luego de haber tratado de suicidarse el lunes.
El caso de PFG recuerda el de MF Global, una de las casas de corretaje más grandes del mundo de productos derivados, que quebró el 31 de octubre de 2011, poco después de revelar una exposición a la crisis de la deuda europea de más de 6.000 millones de dólares.
Tras esos hechos, nunca determinó el paradero de 1.200 millones de dólares que pertenecían a sus clientes.
Los reguladores del sector habían prometido entonces que reforzarían sus normas y mejorarían su vigilancia.
AFP