El gobierno de Estados Unidos abrió las aplicaciones de visas para inmigrantes altamente calificados, al tiempo que se inicia también un debate sobre las demandas del sector tecnológico que permita contratar a más trabajadores extranjeros.
El sector tecnológico estadounidense se ha quejado durante largo tiempo de la falta de trabajadores especializados, pero el debate se complica este año con todos los focos de atención puestos en una ley más amplia para atender el problema que trata de sacar de las sombras a millones de inmigrantes indocumentados.
En lo que ya se ha convertido en un rito anual en el sector tecnológico, el gobierno de Estados Unidos abrió solicitudes para 65.000 puestos para empleados altamente calificados en el programa de visas H-1B.
Los Servicios de Inmigración y Ciudadanía estadounidense esperan recibir más solicitudes que visas disponibles para el 5 de abril, y si ese es el caso se establecerá un sistema de sorteo.
"Va a ser una locura, porque el límite de 65.000 visas no es ni por asomo lo suficientemente alto como para cubrir la demanda", afirma Robert Holleyman, jefe de BSA/The Software Alliance.
"Si no lo conociéramos bien, pensaríamos que el frenesí de rellenar la solicitud del H-1B tiene algo que ver con el Día de Todos Los Santos. Pero no es una broma", continuó.
El director general de la gigante informática Microsoft, Brad Smith, afirmó que la contracción ha generado una "ansiedad creciente", en muchas compañías ya que es probable que las visas para el próximo año fiscal se cubran en la primera semana.
Smith afirma en una entrada de blog que la situación destaca la falta de "talentos STEM" - gente con títulos en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
"La economía estadounidense crea 120.000 puestos de trabajos relacionados con la computación cada año, pero requiere un título universitario, sin embargo, estamos produciendo 51.000 graduados con un título en ciencias informáticas anualmente", afirma.
"Tenemos experiencia de primera mano con este desafío. Actualmente Microsoft tiene 3.400 vacantes altamente cualificadas y bien remuneradas en áreas tecnológicas que no podemos cubrir", añadió.
Pero los juicios en esta cuestión están lejos de ser universales. Algunos críticos argumentan que el programa de visas apisona los sueldos estadounidenses, mientras que otros afirman que algunas compañías abusan del sistema para tercerizar el trabajo a países como India.
Así, según el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE), los principales 10 usuarios del programa de visas H-1B el pasado año fiscal fueron compañías especializadas en enviar los trabajos estadounidenses afuera del país.
Vin O'Neill, portavoz de la IEEE estadounidense, afirma que hay una larga historia de compañías utilizando el programa de visas H-1B para trabajos temporales, para únicamente transferir esas funciones a alguna otra parte después, normalmente para el floreciente sector de tecnología en India.
"Si las compañías necesitan a trabajadores deberían traer a gente como residentes permanentes legales más que (en) una base semipermanente", afirmó O'Neill.
"Como residentes legales, los trabajadores pueden dejar el puesto y buscar otro. Sus mujeres pueden trabajar. Hay muchas ventajas", acotó.
O'Neill afirmó que utilizar visas H-1B baja los salarios porque los empleados quedan a la suerte de la empresa, incapaces de buscar un nuevo trabajo a no ser que encuentren a un nuevo patrocinador.
El senador Chuck Grassley introdujo una nueva medida que endurecerá los controles del programa H-1B.
"El programa nunca tuvo la intención de sustituir a los empleados estadounidenses cualificados sino que se intentaba llenar huecos de empleo en áreas altamente especializadas", afirmó Grassley en un comunicado.
La propuesta de Grassley exigirá a las compañías realizar un considerable esfuerzo en contratar primero a estadounidenses, y prohibiría a las compañías tercerizar a los portadores de visa y enviarlos a otras compañías.
No está claro cómo se aprobará la reforma más amplia de la inmigración en el Congreso, pero muchos ven un componente de alta tecnología en cualquier paquete de reformas. Los analistas afirman que el momento es positivo ahora que los republicanos están ansiosos para mejorar su imagen ante los votantes hispanos, luego de la pérdida de las elecciones del año pasado.
Marshall Fitz, director del centro de políticas de inmigración de la organización de pensamiento estratégico (think tank) Center for American Progress, afirma que ve una "sinergia" entre el sector de la tecnología y los que apoyan una reforma de la ley de inmigración más amplia.
"Creo que esta es la mejor oportunidad para el sector tecnológico de que se traten de resolver sus previsiones y creo que ellos lo saben", afirmó Fitz.
AFP