Se cumplieron cien años del natalicio de Eduardo Carranza, uno de los más notables poetas colombianos. Nació en Apiay, Departamento del Meta. Fundador del movimiento Piedra y cielo, surgido en la década de los años 30, en homenaje al escritor español Juan Ramón Jiménez. Carranza es autor de El corazón escrito, Los pasos cantados, Canciones para iniciar una fiesta, entre otros.
La tierra de su infancia, edén perdido asociado a la imagen materna es tema recurrente en su poesía. Además de la literatura se desempeñó en la diplomacia como agregado cultural de Colombia en Chile. Académico y catedrático. Su obra evoluciona de la celebración de la vida, del amor, al reconocimiento, en la madurez, del desencanto, de la desilusión. En el centenario de su nacimiento se recuerda su enorme aporte a las letras nacionales y de Latinoamérica. Un maestro que enriqueció la lírica del entorno latinoamericano, y dejó un gran legado representado en su trabajo literario.
Póstumamente se publicó Visión estelar de la poesía colombiana (1986), recopilación de ensayos y notas críticas. También una recopilación de su obra poética con el título Poesías. Fue traductor de Paul Verlaine, Paul Éluard, Tristán Klingsor y Apollinaire, entre otros.