¿Voto finish en Perú? | El Nuevo Siglo
Sábado, 4 de Junio de 2016

·       Fujimori adelante y Kuczynski a sorprender

·       Indecisos y abstencionistas serán decisivos

 

Mañana el pueblo peruano decidirá quién será el próximo gobernante, al término de una de las más reñidas campañas presidenciales de los últimos tiempos y una segunda vuelta muy cerrada. Las dos grandes concentraciones de cierre de los candidatos evidencian la gran polarización política en la nación inca. El cierre de campaña de Keiko Fujimori y su partido Fuerza Popular (FP) fue multitudinario e igual se puede decir del de Pedro Pablo Kuczynski, de Peruanos por el Kambio (PPK).

 

Las mismas encuestas confirman que las apuestas sobre quién triunfará en las urnas son muy riesgosas. En esos sondeos, la hija del condenado y preso expresidente lleva la delantera, aunque ligeramente por encima del margen de error. La estrategia de su rival para atraer a la izquierda parece funcionar, por lo menos al tenor de inmensas manifestaciones de ese sector político invitando a sus cuadros y masas a cerrar filas para evitar que el fujimorismo vuelva al poder.

 

La última semana de campaña ha estado signada por graves acusaciones de lado y lado. Por ejemplo, hay señalamientos contra algunos de los jefes políticos que acompañan a Fujimori e igual ha ocurrido en cuanto a los cuadros de Kuczynski. Se trata de episodios de típica “propaganda negra” que buscan enlodar al adversario y desconcertar a los indecisos para que definan su voto. Sin embargo, ya se percibe en la ciudadanía un creciente desgaste y distracción luego de una campaña electoral tan larga y con una doble vuelta tan alejada de la primera.

 

Los estrategas de PPK consideran que sectores de la clase media y popular podrían cambiar su voto frente al temor de un gobierno de FP siga los pasos de Alberto Fujimori. Ella, a su turno, se ha concentrado en mostrar la voluntad de hacer un gobierno nacionalista, respetuoso de la ley, lo mismo que se compromete a gobernar con los mejores y seguir los pasos de su padre en lo positivo, cuidándose de repetir sus graves errores. La independencia de criterio que la candidata  ha demostrado en diversas oportunidades con respecto a su progenitor, pese a su acendrado afecto por él, pareciera que han convencido a una parte de los peruanos, en tanto otra no le da ninguna credibilidad.

 

Otro factor que aumenta la incertidumbre en la antesala de la cita en las urnas se centra en las especulaciones que suscita el que en 2011 hubo una campaña muy similar. En ese entonces, Keiko Fujimori aventajaba por dos puntos a Ollanta Humala pero a la hora de las urnas este consiguió convertirse en el ganador, precisamente por esa misma diferencia. Pero se recuerda que Humala tenía las simpatías de la izquierda, algo que no se repite en la misma proporción con el aspirante de PPK, lo que es entendible pues es uno de los magnates incas.

 

Otro de los elementos característicos del remate de la campaña es que la candidata del FP es más fuerte en el norte del país, en tanto que en Lima se divide la opción de voto por igual. En el sur del país, la delantera es de Kuczynski y allí la alianza con la izquierda sí pareciera consolidarse a su favor, pese a que ello podría espantar algunos votos de los sectores más conservadores que lo acompañan en sus aspiraciones presidenciales.

 

Con una campaña tan cerrada, la clave estaría en los indecisos, pero estos, según los sondeos, apenas si son el cinco por ciento. De allí que se pronostique que el ganador lo será por una diferencia de votos muy escasa. La incógnita se centra en ese quince por ciento que dice que no votará, pero que no se descarta que en el último minuto se decida a ir a las urnas.

 

En cualquier caso los viejos partidos tradicionales no marcan en la campaña y un nuevo populismo, un tanto nacionalista y pragmático en lo económico, se abre camino con Fujimori. A pesar de los esfuerzos de PPK por satanizar a su contendora, los hombres de negocios y las gentes del común no le temen a un gobierno de la hija del ex hombre fuerte del Perú, dado que este fue el que abrió las compuertas al capital extranjero y acabó con Sendero Luminoso. Pero Kuczynski se ha mostrado como un duro contendor que representa la tendencia neoliberal y centrista, un tanto similar a la de Macri en Argentina, y en la línea de Humala. De allí que muchos no descarten que, al final, dé la sorpresa en las urnas.