*El confuso legado de Chávez
*Súbito ascenso de Capriles
Los estrategas políticos internacionales que han estado analizando el desarrollo político de Venezuela estiman que o el comandante Hugo Chávez fue mal informado del desenlace de su enfermedad y la cirugía que le hicieron en La Habana, que le inducen a suponer que saldría avante de la cruel dolencia, como ya había ocurrido varias veces en el pasado. Lo otro sería que lo alertaron correctamente sobre los peligros que en esos casos extremos ponen en vilo la vida y confiado en los chamanes, las cadenas de oración y los ruegos de sus adeptos, así como de la medicina cubana, se aferró a la falsa creencia de que sobreviviría. En ambos casos tomó una decisión equivocada y fue el haberse lanzado a la Presidencia el año pasado y haber nombrado de vicepresidente a Nicolás Maduro, a sabiendas de que en caso de una larga ausencia o muerte suya sería el presidente de la Asamblea, Diosdado Cabello, quien le sucedería. Así que cuando las cosas se agravaron y a pesar de su triunfo en las elecciones se vio obligado a hacer un súbito viaje a Caracas a informar de la operación que le harían en La Habana y debido a ello no podría cumplir con la Constitución y posesionarse a tiempo, por lo que resolvió violar la Constitución, hacer a un lado a Diosdado Cabello, y lanzar a Maduro a la Presidencia. Si hubiera lanzado unos pocos meses antes a Maduro, con su apoyo y su gesta en campaña muy seguramente habría podido llevarlo al poder por la vía electoral.
Como no se hizo lo que se debía hacer desde el punto de vista estratégico y legal de acuerdo con la Constitución, se limitó a señalar a dedo el nombre de Maduro para las elecciones que se efectúan hoy en Venezuela, lo que según prestigiosos constitucionalistas venezolanos constituye una ostensible violación de la Constitución. Por lo que Maduro es cuestionado por la oposición que sostiene que ejerce el poder de manera ilegítima y ventajosa. El otro problema que afronta la campaña de Maduro a pesar de ser tan corta y que su contendor tiene las arcas vacías por las sucesivas campañas en que ha debido participar, con fondos privados, mientras su rival cuenta con rica chequera del tesoro público venezolano, pero el discurso de Maduro dista mucho de tener la fuerza comunicativa que hizo del comandante Chávez un personaje internacional. La estrategia del ‘pajarito’ en vez de atraer electores ha desatado toda suerte de burlas y dudas en torno de la seriedad de sus ideas. Otro tema que analizan tanto los asesores de Maduro como los de Capriles es el de la caída estrepitosa de la economía venezolana que se convierte en una pesada lápida que le dejó su protector al candidato de la revolución. Fuera de eso algunos izquierdistas reconocidos que estuvieron con el extinto dirigente venezolano no tienen la misma confianza en su eventual sucesor, lo que abre la posibilidad de que un sector importante del chavismo se abstenga de votar. Y también cuenta en esta ocasión el hecho comprobado de que en las elecciones en que no participó el comandante Chávez, bajó la cantidad de votos de los militantes de su partido y los independientes proclives a votar por el famoso populista caía en promedio en un cuarenta por ciento. Y está el antecedente cuando la oposición ganó el referendo que democráticamente impedía la reelección.
A su vez el comando de campaña de Maduro considera que Chávez como el Cid campeador hará ganar la elección de su protegido, por lo menos eso es lo que dicen. A pesar de los rumores sin confirmar que indican que a última hora frente a la posibilidad de que Maduro pierda las elecciones algunos dirigentes han estado alistando maletas para viajar a La Habana y esperar tiempos mejores. En cualquier caso lo único que podemos adelantar con objetividad periodística es que pareciera que hay un empate entre las dos grandes fuerzas que dividen a Venezuela, así que la suerte en esta hora cero depende de los indecisos.