Si hay un tema en el que la percepción pública suele estar muy alejada de lo que señalan las estadísticas es, precisamente, en el de los niveles de seguridad ciudadana y los índices de victimización por el accionar delincuencial.
La semana pasada, por ejemplo, el Ministerio de Defensa, en el marco de la Cumbre Global de Seguridad realizada en Bogotá, resaltó que los índices de homicidio, hurto y extorsión en la capital del país, Cali, Barranquilla y otras trece ciudades capitales del país presentaron una significativa reducción debido a las estrategias puestas en marcha por el Gobierno en todo el territorio nacional para contrarrestar el delito y fortalecer la seguridad ciudadana.
De hecho, la cartera castrense resaltó las acciones de la Policía en el marco de la estrategia “Plan Choque 360”, estrategia que ha permitido, según el reporte oficial, la captura de más de dos mil personas en 429 operaciones realizadas entre el 20 de septiembre y el 4 de noviembre de este año, además, de la incautación de 4.400 armas de fuego.
Como se sabe, ese plan de choque se lanzó para lograr una mejor articulación de la Policía y las Fuerzas Militares con las administraciones municipales para contrarrestar los delitos de mayor impacto en las ciudades, reforzar la seguridad en los territorios y reducir las tasas de homicidio. Para su implementación se priorizaron 16 centros urbanos con las mayores tasas por 100.000 habitantes en el país.
Ese reporte del Ministerio de Defensa, sin embargo, va en contravía de lo que los gobernadores y alcaldes, tanto salientes como entrantes, vienen advirtiendo a lo largo del último año, prendiendo todas las alertas en torno a un pico del accionar de la delincuencia común y organizada. Homicidios, extorsión, secuestros y hurtos son las acciones que más víctimas están generando, al punto de que los burgomaestres se han visto en la necesidad de urgir más pie de fuerza policial e incluso de pedir a las Fuerzas Militares que ayuden con patrullajes en las zonas más complicadas.
De hecho, un artículo publicado por este Diario, el fin de semana, dio cuenta de cómo muchas alcaldías, ante la negativa gubernamental de aumentar el número de policías, han reforzado la estrategia de cámaras de seguridad, inteligencia y otras medidas para tener una mayor posibilidad de prevenir el delito o de actuar de manera más rápida ante las acciones ilegales.