Terminó esta semana la primera fase de las eliminatorias al mundial 2026 de fútbol mayores, que se realizará en Estados Unidos, Canadá y México. El desempeño de la selección Colombia ha sido muy positivo, toda vez que no solo marcha en tercer lugar de la tabla, sino que, de dieciocho puntos posibles, en los seis partidos disputados este año logró sumar doce, producto de tres victorias y tres empates.
Más allá de lo que significa mantenerse invicto en la sesión clasificatoria (incluso llegando a trece partidos sin perder bajo la conducción del argentino Néstor Lorenzo, entre partidos oficiales y amistosos), el arranque del combinado nacional se considera bueno.
Los triunfos de local ante una sorprendente Venezuela (cuarta en la tabla con 9 puntos) y Brasil, a la que por primera vez se le ganó en una eliminatoria, fueron claves. Incluso, el empate en el Metropolitano con Uruguay, que generó algunas dudas, terminó valorizándose porque la selección oriental tiene un rendimiento superlativo, al punto que marcha segunda en la clasificación (13) y es la única que ha logrado derrotar a los argentinos, incluso en su propia casa. De no ser por ese revés, los campeones del mundo tendrían puntaje perfecto.
También deben valorarse los puntos conseguidos a domicilio. Los empates ante Chile, Ecuador y Paraguay son determinantes porque varias selecciones ya han perdido en esas plazas y a otras les falta ir a visitarlas. Además, el desempeño mediocre de algunos equipos ha generado que los tres punteros empiecen a tomar una leve distancia con respecto a sus perseguidores.
Las estadísticas señalan que, con doce puntos, la selección colombiana ya suma, en apenas la tercera parte de los partidos de las eliminatorias, el cincuenta por ciento de los que necesitaría, matemáticamente, para asegurar, como mínimo, el sexto cupo directo al mundial norteamericano.
No hay que olvidar que al torneo de 2026 clasifican 48 equipos, correspondiéndole a Suramérica seis plazas directas y la opción de una séptima por la vía del repechaje.
Por el momento, lo más importante es no caer en triunfalismos ni excesos de confianza en la dirección técnica, los jugadores, el periodismo y la afición colombianas. Estas eliminatorias son muy largas y competidas, favoreciendo que equipos que arrancaron mal luego puedan llegar a repuntar, o viceversa. Por ahora habrá que esperar un largo tiempo para la segunda fase, toda vez que primero vendrá la Copa América, que se disputará en junio de 2024 en Estados Unidos, con 16 equipos del continente.