*Perdieron las encuestas
*Se fortalece democracia panameña
La próspera República de Panamá, antes parte del territorio colombiano, que cuenta con una población de 3.8 millones de personas y 2,5 millones de electores, como lo comentamos anteayer, celebró los comicios para elegir Presidente de la República. Gobernante que se elige por mayoría simple. El Presidente se elige allí por mayoría. Los resultados le dieron una amplia victoria al candidato conservador, hoy Presidente electo; se trata de Juan Carlos Varela, quien resultó elegido como vicepresidente en la fórmula que llevó a la Presidencia a Ricardo Martinelli. Ambos políticos de carácter fuerte no se entendieron en el manejo del gobierno ni sobre el papel que debe cumplir el segundo, quien no se resignaba a ser una figura decorativa, como un florero, ni cosa parecida para aparecer en la fotografía de los actos protocolarios. Las coincidencias de ambos en el manejo económico son conocidas, así como difieren en cuanto al estilo político. Así que la ruptura de los dos en el gobierno era algo previsto por los analistas políticos. La alianza de ambos se debió a estrategia electoral, en cuanto separados, quizá, ninguno llegaba al poder, unidos lo lograron. Mas se trataba apenas de una alianza táctica y ambos intentaron fortalecerse sin poder evitar el desencuentro de las ambiciones que resultó inevitable.
En tanto la lucha por la Presidencia se tornó más agria en cuanto Martinelli intervino para que su esposa, Marta Linares, figure en la fórmula para su sucesión. La presencia de la señora en la campaña se interpretó por parte de los seguidores de Martinelli como una garantía de continuidad, dado que el gobernante en 10 años se dedicó a impulsar el desarrollo de Panamá e invirtió más de US$ 15 millones en obras de diversa índole, lo mismo que se empeñó en ampliar el Canal de Panamá. Uno de sus grandes éxitos se debe a las obras que inició y terminó, así como el haber construido el Metro en Ciudad de Panamá, que le ha merecido el reconocimiento nacional. Sus contrarios no vacilaron en calificar el procedimiento como abusivo y antidemocrático. La oposición aprovechó todos los mecanismos legales para hacer conocer el mensaje de sus candidatos. Pese a que en los medios mejor informados se le daba un puntaje en ascenso a Varela, las encuestas lo mantuvieron en la cola. Nadie se explica cómo es posible que ninguna de las encuestadoras detectara que sería el ganador. Semejante fracaso de las encuestas ha provocado un debate nacional sobre su eficacia, la manera como se elaboran y su cuestionada independencia. Lo que de todas formas se demostró es que las encuestas engañosas, quizá manipuladas, mal elaboradas, tendenciosas o mal interpretadas, se vuelven al final contra los que consiguen un favoritismo artificial en las mismas, que son derrotados por la encuesta inequívoca que hace el pueblo en las urnas al votar por el candidato de su predilección.
El Tribunal Electoral de Panamá, tan pronto tuvo los indicadores del triunfo del candidato conservador procedió a reconocer su triunfo y lo proclamó Presidente, con más del 39% de los votos, José Domingo Arias, el candidato oficialista, obtuvo el 32 % y Juan Carlos Navarro el 27%.
Los inversionistas nacionales y extranjeros están tranquilos con los resultados de la reñida elección, que demostró una vez más la estabilidad de la República, del régimen democrático y que se apoya la reelección cuando existe fundamento para la misma, de igual manera se cumple con la ley del péndulo que permite que las masas puedan escoger libremente su gobernante. Se conocen las ideas del conservador Varela, que respeta la propiedad privada y se propone modernizar la educación, ha prometido seguir con el modelo económico que le ha dado tanta prosperidad al país. La banca seguirá teniendo garantías, lo mismo que los depósitos de los nacionales y extranjeros. El comercio seguirá siendo privilegiado, como motor de empleo y de mayores ingresos para el Estado y los particulares. La obra de ampliación del Canal de Panamá se va a intensificar, dado que se ha constituido en un reto no de la política partidista, sino nacional.
El presidente Varela hizo un llamado a los partidos políticos para que se llegue a un acuerdo que garantice la gobernabilidad, dado que la oposición obtuvo amplia mayoría en el Legislativo. Varela, como lo es Martinelli, son grandes amigos de Colombia y mantendrán la solidaridad en las relaciones bilaterales. Como vicepresidente se batió por sus tesis y se espera que como gobernante siga el espíritu conciliador que anuncia y que tanto le conviene a Panamá, que es el país de Hispanoamérica con mayor inversión extranjera.