*Varias compañías se retiraron
*Empresas europeas salvaron el negocio
El reciente anuncio de Ecopetrol de entrar en el negocio de explorar crudo en el campo Libra en Brasil, a unos 183 kilómetros de la costa de Rio de Janeiro, cuyas reservas son de las más cuantiosas y muy superiores a las colombianas, pese a los riesgos que tienen esta clase de negocios, parecía una buena oportunidad de entrar a competir en el mercado internacional asociados a multinacionales importantes. Los esfuerzos de Colombia por encontrar nuevos pozos petroleros en el país, equivalentes a Cusiana, hasta el momento han resultado infructuosos, pese a saltuarios anuncios de grandes descubrimiento que con más entusiasmo que seriedad suelen hacer las compañías que invierten en esa actividad y se mueven en busca del preciado líquido. Como se recuerda Petrobras en asocio con Ecopetrol invirtió en el pasado en lo que parecía un brillante proyecto en La Guajira. Se trataba de un contrato petrolero de los más cuantiosos de la historia petrolera colombiana, en que también estaba asociada Exxon Mobil en un área de más de 4.4 millones de hectáreas, que llegaba desde La Guajira casi hasta Cartagena, extensión de la plataforma marítima de Colombia de aproximadamente un 50% de la misma. A pesar del optimismo inicial los resultados fueron negativos, así se sostenga que en esa zona deben existir importantes reservas de crudo.
En caso de que Ecopetrol hubiese estado entre las empresas que ganaron la licitación en Brasil habría tenido que aportar más de US$ 2.100 millones, a la firma del contrato. Sin contar otras sumas posteriores que dependen de la suerte que se tenga en la búsqueda de petróleo. A sabiendas de que los pozos entrarían a producir en el 2019, por lo que en ese tiempo habría que efectuar grandes inversiones según la demanda del proyecto. Puesto que el crudo puede estar en una determinada región sin que, necesariamente se encuentre de entrada y en cantidad importante en los pozos que se exploran, como les ha pasado a compañías que han fracasado y perdido grandes inversiones, en tanto otras tienen la suerte de encontrar ricos yacimientos en el inicio de los trabajos. Si bien, en el caso de Libra, las notables reservas son probadas y por lo mismo se esperaba que con el tiempo se obtuviesen jugosas ganancias. Por lo que el Gobierno de Brasil pretendía que grandes multinacionales ofertaran en esa subasta. En realidad dados los altibajos que se avizora sufrirá el mercado petrolero mundial, de 40 empresas que se creía compitieran entre sí el concurso convocó menos compañías poderosas de lo anunciado, las empresas del Reino Unido, BP y BG, resolvieron retirarse, lo mismo que la compañía de capital hispano-chino Repsol-Sinopec. Así como lo hizo Ecopetrol. Las compañías ganadoras fueron la anglo-holandesa Shell, la francesa Total, las chinas CNPC y Cnooc, aliadas a la local Petrobras han obtenido la primera gran subasta de petróleo en Rio y San Paulo, donde existen inmensas reservas de gas. Los expertos sostienen que la presencia de las dos compañías petroleras europeas privadas salvó la subasta.
Según informes oficiales el Brasil espera recaudar aproximadamente 140.000 millones de dólares en concepto de regalías que el Estado se comprometió a invertir en educación: 75% y 25% en salud. Lo mismo que se aspira a recibir un billón de ganancias en los próximos 30 años El Gobierno hizo un gran esfuerzo de propaganda por hacer atractivo el negocio a la población, sin que pudiera evitar que se presentaran sucesivas protestas de corte nacionalista, que exigían la clausura del evento por considerarlo contaminante o funesto para el país. En realidad, los temores parecen infundados, en cuanto la modalidad del negocio es la misma que le ha dado al Brasil positivos resultados en el pasado al asociarse con empresas extranjeras. Los ganadores de la subasta se han comprometido a girar al Estado el 41.65% del crudo que consigan bombear. El mismo porcentaje que hasta el momento se ha pactado en otras negociaciones positivas para Brasil. En especial, teniendo en cuenta los esfuerzos que se efectúan en los Estados Unidos, para autoabastecerse de petróleo, como las políticas energéticas alternativas que de todas formas son de largo plazo.
Los informes oficiales indican que Petrobras va con el 40%, Shell y Total le siguen con el 20% de capital cada una. Las chinas CNPC y Cnooc tendrán el resto entre las dos. El grupo deberá pagar un canon fijo de 6.900 millones de dólares a Brasil por los derechos de extracción. Se indicó que para que Libra entre a operar las petroleras habrán de invertir algo más de 46.000 millones de dólares para instalar entre 12 y 18 plataformas de gran tamaño y emplear hasta 90 barcos de apoyo.