Los movimientos que se formaron en países del norte de África que dieron al traste con regímenes autocráticos, que se denominaron ‘Primavera Árabe, al final no condujeron a establecer democracias. El caso de Egipto es emblemático. Allí cayo Hosni Mubarak y el Ejército asumió el control del país, mejor continúo en esta tarea. Hubo elecciones legislativas, ganadas por los Hermanos Musulmanes, que después fueron anuladas. Y en las presidenciales triunfó la misma colectividad con Mohamed Morsi. Una mayoría considerable de la población expresó su desacuerdo, por la inclinación del gobernante hacia el establecimiento de un sistema islámico. Pronto fue sacado del poder y puesto preso. Así que los militares continuaron al frente, como viene ocurriendo en la legendaria nación cuna en la antigüedad de una próspera civilización milenaria en la que durante dos milenios, desde el siglo A.C. florecieron dos reinos, el del Alto Nilo (capital Tebas), y el del Bajo Nilo (capital Menfis). En el año 3238 A.C, se unificaron bajo el primer reinado de los faraones que se sucedieron a lo largo de 26 dinastías.
El Egipto de hoy ha estado regido por militares desde el derrocamiento del rey Faruk en 1952 por un grupo de oficiales que proclamaron la República. En 1954 Nasser ocupó la Presidencia. En 1970 asume Anwar el Sadat, quien fue asesinado por fundamentalistas. En 1981 fue asesinado, y lo sucedió Hosni Mubarak. Ha sido la constante el dominio castrense. Y ahora va camino de repetirse la historia. El ministro de Defensa, general Abdel-Fatá Al Sisi se perfila como el hombre fuerte y quien seguramente llegará a la Presidencia. El ambiente político se mueve. Ya un periodista, Hamdin Sabahi ha resuelto representar ‘la revolución’ opositora. Es un conocido líder de izquierda que se va a postular a las próximas elecciones presidenciales. Una tarea no fácil dado el apoyo con que cuenta el poderoso jefe del Ejército, quien la mayoría de analistas cree que será el triunfador.
El panorama que se avecina podría ser el de otro gobernante para prolongado tiempo. A lo largo de los años el Ejército se ha consolidado como institución con ascendiente en el pueblo que siempre expresa su respeto y respalda el estamento militar.
La determinación de Sabahi se produjo cuando hay fervor nacionalista, en gran medida en apoyo del ministro de Defensa, Abdel-Fatá Al Sisi.