Reingeniería farmacéutica | El Nuevo Siglo
Sábado, 8 de Septiembre de 2012

* Aterrizar la nueva política rápidamente

** Un sistema en proceso de reparación

 

En  el último año los ajustes al sistema de aseguramiento en salud no han sido pocos, pero aún así este continúa siendo uno de los grandes dolores de cabeza de los colombianos. Sin embargo, al paso que las nuevas medidas empiezan a aplicarse va quedando claro que la insistencia en hacer un borrón y cuenta nueva en toda la normativa base, es decir, en la llamada “Ley 100”, que en realidad es un conjunto de muchas leyes, reformas, reglamentaciones y decretos, no parece ser la panacea que sus impulsores pronostican. Así las cosas, la sana lógica recomienda seguir por la vía de las correcciones puntuales sobre problemáticas específicas.

 

Y es precisamente dentro de esa filosofía que debe ponderarse la nueva política farmacéutica aprobada días atrás por el Conpes. De acuerdo con lo explicado por el Gobierno, se trata de una línea de acción que abarca diez estrategias relacionadas con mejoramiento de acceso; oportunidad de dispensación; la calidad y el uso adecuado de las drogas; disponibilidad de información confiable y oportuna sobre precios, uso y calidad de las medicinas; construcción de una institucionalidad eficaz, eficiente y coherente; la adecuación de la oferta y las competencias del recurso humano del sector farmacéutico.

 

No se trata de un asunto menor, puesto que gran parte de las miles de acciones de tutela que interponen pacientes tienen que ver con reclamos por medicinas. Hay varias pruebas a la mano en torno de los vacíos que tenemos en materia farmacéutica. Por ejemplo, los estudios demuestran que el 34 por ciento de los ciudadanos no recibe medicamentos. En segundo aspecto, que Colombia es uno de los países donde se prescriben más drogas farmacéuticas a la gente. Y, en tercer lugar, pero no menos grave, está comprobado que hay un sobrecosto en el precio de los medicamentos frente a lo que se cobra en la región. Si bien esta última denuncia no es nueva y ya el Ministerio de Salud había tomado medidas al respecto después del escándalo ocurrido el año pasado, la nueva política debe llevar a que dicha práctica anómala y que significa un millonario desangre de recursos del sistema, quede totalmente erradicada.

 

Lo importante ahora es que estos lineamientos entren en vigencia y aplicación práctica lo más rápido posible. Las recomendaciones e instrucciones que el documento Conpes da al Ministerio de Salud y otras entidades, relacionadas con el fortalecimiento de la institucionalidad, la información y la regulación de los precios, así como con los sistemas de vigilancia y control de calidad, no pueden quedarse en el papel ni difuminarse en medio de intrincados trámites legales y reglamentarios.

 

Otro de los aspectos clave de este nuevo marco estratégico es el relativo a la sostenibilidad ambiental y el aprovechamiento de la biodiversidad. Para nadie es un secreto que la riqueza colombiana en materia de fauna y flora es una fuente infinita para el desarrollo de nuevos componentes activos de medicinas y tratamientos curativos y paliativos. Por lo mismo, deben existir unas reglas muy claras para que estas investigaciones y desarrollos farmacéuticos se hagan dentro de los controles necesarios. Incluso, se avanza también en esta política en lo relativo a la forma en que desechan los medicamentos, al tiempo que se establecen mecanismos más pertinentes para regular lo relativo a las medicinas de marca y las genéricas.

 

Como se dijo, la clave aquí está en la eficiencia para  implementar los nuevos mandatos en materia farmacéutica. Un reformado Invima será el motor y principal responsable de ello, más aún si se calcula que poner en práctica todo lo anterior demandará inversiones por $ 250 mil millones en la próxima década.

 

Aunque nadie niega que aún falta mucho por hacer y que persisten falencias coyunturales y estructurales en el sistema, lo cierto es que lo importante es engranar y encajar todos los ajustes y avances de los últimos tiempos. La ampliación de la cobertura, la actualización del Plan Obligatorio de Salud, la unificación de los regímenes Contributivo y Subsidiado, las medidas para agilizar el flujo de recursos en el sistema así como los mecanismos para que la atención de los usuarios sea más expedita y de mejor calidad por parte de las EPS y la red de clínicas y hospitales… Todos éstos son pasos sustanciales en pos de darle respuesta a una de las problemáticas más sentidas de la ciudadanía. Manos a la obra.