* Positivo en medio de crisis externa
* Ojo a señales de alerta temprana
En las últimas semanas voceros gubernamentales y privados coinciden en que este año Colombia marcará un récord exportador. Si se mantiene la tendencia es muy posible que al cierre de diciembre se superen los 50 mil millones de dólares. Se trata, sin duda, de un hecho trascendental, no sólo porque años atrás semejante cifra era considerada utópica, sino porque se da en momentos en que el clima económico internacional no es el mejor y, otra vez, se advierte el riesgo de un crash recesivo, visto que las medidas de salvamento en el interior de la Unión Europea no dan los resultados esperados, en tanto que en Estados Unidos la inestabilidad de los principales indicadores es el pan de cada día. A ello se suma que los mercados bursátiles no tienen jornada tranquila en ningún rincón del planeta, las medidas soberanas o de bloque multinacional tampoco impactan positivamente, al tiempo que las firmas calificadoras de riesgo, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional son cada día más pesimistas sobre el magro crecimiento global este 2011.
En el récord de exportaciones que Colombia puede alcanzar debe tenerse en cuenta que el intercambio de productos con Venezuela está lejos de los niveles de años atrás. Igual si bien ya arrancaron los tratados de libre comercio con Canadá o Suiza, el más importante de todos, el suscrito con Estados Unidos, apenas fue ratificado y sólo en el segundo semestre del próximo año entraría en vigencia. Incluso, no se puede dejar de lado que la cosecha cafetera, uno de los principales rubros de exportación, estará por debajo de los estimativos, debido el embate invernal.
Todo lo anterior hace más meritorio que las ventas al exterior, tanto de productos tradicionales como no tradicionales, tengan una evolución tan positiva. Hablar de 50 mil millones de dólares no es un cálculo exagerado ni gratuito. Según el DANE en los primeros nueve meses del año se enviaron al exterior mercancías por 41.521 millones de dólares, lo que implica ya un aumento del 43,2 por ciento frente al mismo período de 2010. La misma entidad precisó que las exportaciones tradicionales, jalonadas obviamente por el petróleo y sus derivados, subieron casi un 60 por ciento, mientras que las no tradicionales lo hicieron en un 18 por ciento, en gran parte por ventas de oro, alimentos, bebidas y tabaco, materias plásticas y productos químicos.
También resulta importante analizar cómo evoluciona la balanza comercial para el país, dado que las importaciones han venido creciendo a un buen ritmo (36 por ciento), sobre todo en el sector de vehículos y autopartes. Aún así, según el DANE, en los primeros nueve meses de 2011, este indicador registró un superávit de 3.235 millones.
Es claro que la economía local pasa por un buen momento pese a las turbulencias externas. Por lo mismo que a diciembre el crecimiento del PIB esté por encima del 5 por ciento termina siendo medianamente aceptable, pese a que otras economías latinoamericanas estén por encima del 8 por ciento.
Sin embargo, aparte de analizar que el boom petrolero no es eterno y que es necesario diversificar la oferta exportadora y su competitividad en materia de precios y calidad, sobre todo con los TLC activándose, también tiene que vislumbrarse, a manera de alerta temprana, el coletazo de fenómenos internos y externos. La inestabilidad internacional puede afectar la tasa cambiaria y un mercado bursátil local cada vez más dinámico. Igual podría disminuir el flujo de inversión extranjera directa, que al cierre de septiembre llegó a los 11.500 millones de dólares. En cuanto al ámbito interno, el invierno amenaza la meta inflacionaria y podría ser un palo en la rueda para la caída progresiva del desempleo y la reactivación del agro así como desacelerar los repuntes en industria, comercio y consumo en hogares.
Como se ve, el récord exportador es una muy buena noticia pero hay que ser precavidos con lo que viene.