Putin de gira por Latinoamérica | El Nuevo Siglo
Sábado, 12 de Julio de 2014

La gira del presidente ruso Vladimir Putin es vista por los analistas desde tres tópicos distintos, aunque no necesariamente contradictorios.

En primer lugar, que se trata de una movida geopolítica propia de quien sin duda alguna se ha convertido en el hombre fuerte la Rusia en la última década y media. Si bien los tiempos de la Guerra Fría ya quedaron atrás, las tensiones entre Washington y el Kremlin han aumentado en los últimos dos años, por casos que van desde el ciberespionaje estadounidense hasta la crisis en Ucrania, que hoy por hoy tiene al gobierno de Putin al borde de ser blanco de fuertes sanciones económicas si continúa apoyando a las facciones separatistas.

Mientras que en Washington insisten en que la Casa Blanca en medio de los altibajos políticos y económicos de la última década ha descuidado de forma grave a Latinoamérica, los analistas ven cómo el interés de Europa, Asia y Rusia en esta región ya pasó de la mera expectativa a un intercambio comercial y político que cada día no sólo es más sólido sino que desplazó capitales norteamericanos en nichos de negocios muy importantes. No en vano Moscú tiene los ojos puestos en rubros clave como petróleo y gas, hidroenergía y energía nuclear, construcción de aviones y biofarmacéutica.

Es más, varios observadores geopolíticos consideran que Rusia en realidad se tardó un tiempo en ser más dinámica en su relación con Latinoamérica, pese a que en la última década varios de los gobiernos de esta región dieron un giro hacia el llamado “socialismo del siglo XXI”, que más allá de las particularidades propias de esos países y la forma en que cada uno quiso aplicar su “revolución”, tenía como común denominador el sentimiento antinorteamericano muy marcado. China terminó, por el contrario, siendo la potencia que más se interesó por profundizar sus relaciones con esta área continental.

Un segundo aspecto de la gira de Putin por América va dirigida a avanzar en la normalización de las relaciones de Moscú con Cuba, sobre todo ahora que el gobierno de Raúl Castro ha dado muestras de querer aplicar una gradual apertura económica y trata de atraer capitales para invertir en la isla. Tras el rompimiento de la Unión Soviética esas relaciones que antes eran muy fuertes se fueron debilitando año tras año y sólo en la última década empezaron a reverdecer. El tema de la deuda con La Habana y la inversión en esos nuevo nichos de negocio en Cuba son los dos asuntos clave para Putin en su periplo por el estado caribeño.

El tercer gran objetivo de la visita del hombre fuerte del Kremlin por América Latina es no menos importante: su participación en la cumbre de los países de economía emergente BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que se realizar el martes en Fortaleza, al noreste de Brasil. Semejante club de países, que por la fortaleza de sus economías bien podría ser el segundo bloque productivo más importante del planeta, es, a la vez, una instancia de geopolítica en la que Putin quiere pisar fuerte.