Los resultados de las Pruebas PISA 2012 se pueden leer de dos maneras distintas. Sin embargo, antes de entrar en ese tema debe señalarse por qué son tan importantes estas mediciones.
El Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por su sigla en inglés) busca producir indicadores de calidad educativa estandarizados a escala internacional. Las pruebas evalúan el desempeño en las áreas de lectura, matemáticas y ciencias de estudiantes de 15 años de edad, independientemente del grado que estén cursando. La idea es medir su capacidad de análisis, razonamiento, resolución de problemas y comunicación de ideas.
En las PISA del año pasado fueron evaluados cerca de 510.000 estudiantes que representan a cerca de 25 millones de alumnos de 15 años de 65 países y economías asociadas. En Colombia las presentaron 9.073 estudiantes, en representación de 560 mil alumnos de instituciones educativas oficiales y privadas, urbanas y rurales.
Y, por último, baste decir que este programa pertenece a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ente al que aspira a ingresar Colombia y que reúne a las naciones con mejores políticas y prácticas gubernativas en todo el planeta.
Precisado lo anterior, hay que decir que al conocerse los resultados de las pruebas PISA 2012 a Colombia le fue bien y mal. Según el Ministerio de Educación nuestro país ha tenido mejoras importantes en lectura y ciencias desde 2006. Incluso se señala que el promedio anual de mejoramiento desde ese año a 2012 fue de: 1,1 en Matemáticas, 3,0 en Lectura y 1,8 en Ciencias.
Sin embargo, el mismo Ministerio advierte que siguen preocupando los resultados de Colombia, en especial los de matemáticas, área en la que el país muestra la mayor gran brecha en relación con el promedio de los países de la OCDE.
Sin entrar en la subjetiva comparación con países de nuestro continente y otras regiones del mundo, lo claro es que las pruebas evidencian que los estudiantes colombianos muestran desempeños muy inferiores al promedio de países de la OCDE.
Entonces, más allá de los avances de los últimos años en materia educativa en los distintos niveles, es necesario seguir afinando las políticas de calidad e innovación en la instrucción primaria y secundaria. Por ejemplo, debe llamar la atención el hecho de que los estudiantes colombianos que recibieron un año o más de educación preescolar tuvieron un mejor desempeño en las PISA que aquellos que no lo hicieron.
Estas y muchas más conclusiones que se pueden derivar del programa de evaluación educativa deben llevar a que el país se enfoque en profundizar las reformas en el sistema, pues si bien en cobertura se avanzó sustancialmente, en calidad queda camino por recorrer y esa falencia tiene que ser suplida en el corto, mediano y largo plazos.