* Sobrepasamos el millón de barriles
* Es preciso desarrollar la periferia colombiana
En días pasados el presidente Juan Manuel Santos, con evidente satisfaccióny optimismo, hizo el anuncio de que Colombia superó la meta de producción de un millón de barriles de petróleo al día, con 1'115.000 barriles. El anuncio lo hizo el gobernante en un acto de afirmación nacionalista que se efectuó en San Andrés. Los colombianos raizales de la isla aplaudieron con regocijo la noticia. Santos que mantiene al día la información petrolera, tanto de la producción nacional, como la de los precios internacionales, tiene claro que el país depende en lo fundamental de los ingresos por cuenta de las exportaciones de petróleo y otros minerales, que superan de lejos los demás rubros de ventas externas y de ingresos fiscales. Colombia se ha convertido en el cuarto productor de crudo de la región, después de Venezuela, México y Brasil. La experiencia de esos países en materia de manejo de los recursos de las regalías en algunos casos ha sido nefasta, en cuanto se han utilizado esos cuantiosos fondos como caja menor. Siendo hasta ahora Petrobras de Brasil la empresa que mejor se desempeña.
Las exportaciones colombianas de petróleo, representan más del 53,3 por ciento del total de las exportaciones, que podrían ser mayores puesto que los expertos sostienen que no se contabilizan con exactitud y que existen exportadores clandestinos, incluso a las Farc les han descubierto refinerías artesanales para uso de los alzados en armas. Un alto porcentaje del aumento de las exportaciones ha tenido que ver con el incremento del “36 por ciento en las exportaciones de combustibles y productos de industrias extractivas, como a las ventas de aceites de petróleo y aceites obtenidos de minerales bituminosos crudos, las cuales crecieron 61,9 por ciento en valor y 28,1 por ciento en volumen”. Según el DANE “del total de las exportaciones declaradas en enero de 2012, los combustibles y productos de industrias extractivas representaron el 69,5 por ciento; las manufacturas 14,1; los productos agropecuarios, alimentos y bebidas, 11,5; y el restante 4,9 por ciento lo constituyeron otros sectores”. Las exportaciones de manufacturas tuvieron un crecimiento del 1,8 por ciento, que corresponde en parte al aumento de las ventas al exterior de productos químicos (21,4), las cuales pasaron de 202,7 millones de dólares en enero de 2011 a 246,0 millones de dólares en enero del año pasado. En total de las “exportaciones colombianas declaradas en enero de 2012, los combustibles y productos de industrias extractivas representaron el 69,5 por ciento; las manufacturas 14,1; los productos agropecuarios, alimentos y bebidas, 11,5; y el restante 4,9 por ciento lo constituyeron otros sectores” El principal socio del país en la venta de crudo son los Estados Unidos.
Los indicadores muestran que: “Las ventas de manufacturas de hierro y acero presentaron una disminución de 24,8 por ciento y contribuyeron con -4,1 puntos porcentuales a la variación de este grupo de productos, como resultado de la disminución de 17,5 por ciento en las exportaciones de ferroníquel y de 49,4 por ciento en las del resto de manufacturas de hierro y acero. Las positivas noticias sobre el aumento de la producción petrolera y los cambios en la distribución de las regalías, no garantizan todavía, pese a los esfuerzos del Gobierno y los expertos del ramo, un manejo acertado de las mismas. En algunas zonas en donde antes se explotó el crudo o la minería, cuando la actividad languidece las aldeas se vuelven una suerte de pueblos fantasmas. En ciertas regiones en donde se explota el carbón la población sigue viviendo de manera infrahumana, en tanto que los caciques políticos y los alcaldes se enriquecen.
Los principales Departamentos productores de crudo son Arauca, Casanare y Meta, zonas del país en las cuales el despilfarro de las regalías ha sido colosal. En esos Departamentos como lo ha denunciado, entre otros, Mauricio Gómez, en sus excelentes documentales de televisión, se ha practicado una política de tierra arrasada, de corrupción desaforada e inicua malversación de fondos, con obras que no corresponden a las necesidades locales, que quedan inconclusas, que no atienden las mínimas normas de calidad; con hospitales que al poco tiempo por falta de mantenimiento son invadidos por la maleza o que nunca entran a operar en provecho de la comunidad. Y el atraso en infraestructura apenas se equipara al de Haití.
El anuncio del presidente Santos sobre el aumento de la producción petrolera colombiana, debe estar ligado a la voluntad política de combatir la corrupción, para que no sigamos por el despeñadero de malbaratar las regalías. En las zonas de la periferia en donde impera la violencia es posible revertir el atraso, con la inversión adecuada de tan cuantiosos recursos, como lo hizo en su momento el Brasil, cuando aún no era país exportador de crudo.