*Bombardeos en Gaza e Israel
*El nuevo califato
Como se recuerda, el presidente Barack Obama recibió el Premio Nobel de la Paz, no por haber logrado un proceso exitoso de paz, sino más bien por su voluntad política de reducir la presencia militar de Estados Unidos en varias regiones del planeta, en lo que se denomina guerras de baja intensidad. Al parecer, en esa decisión pesó la intención del político estadounidense de intervenir como gobernante con lucidez y compromiso histórico en el arbitraje diplomático para alcanzar el entendimiento pacifico entre los palestinos e Israel. Sus intervenciones al respecto conmovieron amplios sectores de la sociedad internacional, preocupados por la tensa y sangrienta enemistad entre esos dos pueblos, desde que las potencias acordaron entregar esos lugares en los cuales se alegaba provenían las raíces de los descendientes de David, en tanto los palestinos sostenían que habían vivido allí desde el principio de los siglos. Misteriosa zona de la Tierra que ha sido cuna de varias religiones que en Jerusalén tienen su fuente de inspiración y recogimiento. El holocausto del pueblo judío resolvió a los políticos más influyentes de Inglaterra y de Estados Unidos, que se arrogan el derecho de la victoria para entregarles un trozo de tierra en el Medio Oriente a la diáspora judía que reclamaba un lugar en el planeta, para que la tragedia de exterminio sistemático que los había diezmado no se volviera a repetir. Se dijo que la Biblia testimoniaba el origen del pueblo elegido y por eso se les restituía a su hábitat.
Los palestinos y sus aliados de la región han venido luchando por formar su propio país y ser reconocidos a plenitud como Estado, sus esfuerzos han suscitado el apoyo de gran parte de los países miembros de la ONU, han puesto numerosos muertos y heridos durante años y años de lucha desigual. El Estado de Israel con la ayuda de Estados Unidos y de sus amigos esparcidos por el globo, con numerosa población con educación especializada que proviene de países avanzados, ha conseguido emplear los recursos y la tecnología para erigir una verdadera potencia en medio de países hostiles, que lo ven como un cuerpo extraño en lo que consideran su espacio propio y natural, lo que ha conducido a una situación política desastrosa en la cual los unos luchan por sobrevivir y los otros por expulsar al vecino. Tipificado el caso de amigo y enemigo político. Los esfuerzos de paz, incluso los del Nobel Obama, resultan estériles. El Papa Francisco, recientemente viajó a Jerusalén en compañía de un viejo amigo, el rabino de Buenos Aires, para hablar con las partes o buscar una entente a la francesa, previo un desarme mental de las dos. Y algo se logró puesto que algunos de los involucrados -no todos- aceptaron volver a encontrarse a la sombra de la encina papal.
El conflicto en esa región deja en la mente de las generaciones sucesivas huella imborrable, algunas comunidades consiguen superar viejos odios y hostilidades, para plantear la reconciliación. Las nuevas generaciones son más abiertas al arreglo sin violencia, en tanto que grupos extremistas renuncian a toda posibilidad de solución pacífica. Es así como unos jóvenes judíos de corte extremista resolvieron quemar vivo a un adolescente palestino. El hecho ha conmovido a Israel y por supuesto crispó los nervios de sus vecinos. Los grupos armados palestinos lanzan cohetes sobre Israel, el gobierno de ese país dispuso varios bombardeos y ataques terrestres que han costado la vida de numerosos civiles.
En la franja de Gaza los bombardeos nocturnos y las sirenas mantienen despiertas a las gentes. En la zona sur de Israel sobre la que llueven los misiles, tampoco duermen los pobladores que han establecido allí sus asentamientos expansionistas. Israel ha lanzado la operación Margen Protector, que tiene que ver con drones que cursan el espacio, disparan por su cuenta y aviones tripulados que atacan puntos previamente identificados donde se encuentran milicianos de Hamas. Éstos a su vez anuncian que si no cesan los ataques a las casas de los palestinos, aumentarán los ataques contra Israel. Al mismo tiempo movimientos religiosos bélicos de enorme potencia brotan en Irak y Siria, como en otros países árabes, ellos también están por cobrar cuentas bajo el antiguo precepto de ojo por ojo y diente por diente. Su misterioso jefe, Abú Bakr Al-Bagdadi, propone un califato que una la totalidad del mundo musulmán, desde Indonesia a Al-Andalus.