Obama y las armas | El Nuevo Siglo
Domingo, 20 de Enero de 2013

* El imperio del fusil

* Clave desarmar las mafias

 

La Asociación del Rifle en los Estados Unidos se encuentra en el ojo del huracán, por cuenta de los atentados con armas que han protagonizado en algunas escuelas de ese país, individuos que han comprado armas o las han conseguido en el arsenal de la familia. La muerte de niños, jóvenes, profesores y gentes del común ha conmovido a la sociedad. Todos los días se producen muertes violentes en ese país, si bien las que causan los automóviles son mayores, no por el vehículo, son raros los casos de falla mecánica, sino por alta velocidad e imprudencia del conductor. Por esa razón a nadie se le ocurre prohibir la circulación de los automóviles. Lo que se busca es tener conductores responsables, que no conduzcan embriagados o bajo el efecto de drogas. 

En algunos Estados de ese gran país estaba permitido portar armas sin salvoconducto, siempre que estuviesen visibles. Las películas de vaqueros muestran pistoleros, agentes de la ley, lo mismo que particulares armados, en los pueblos del Oeste. En un país tan extenso no era sencillo crear una policía centralizada que cuidara los bienes de los estadounidenses de las zonas más apartadas, el revólver al hombre de bien sirvió para proteger la propia vida y la de la familia, por lo menos mientras en caso de ataque se daba cuenta al representante de la ley. Y las armas se volvieron algo cotidiano en un país que pasó de la Colonia al republicanismo, tras vencer arma al brazo a las tropas de los antiguos colonizadores ingleses. No olvidemos que personajes de la clase dirigente, incluso constitucionalistas y políticos estaban familiarizados con el uso de las armas. El famoso federalista Alexander Hamilton, que se había opuesto un par de veces a Aaron Burr, al preferir la candidatura de Jefferson, terminó en una enemistad y rivalidad, que determinó que fueran a duelo. A la hora convenida se dieron cita y acompañados de los padrinos, como dos caballeros dispararon al tiempo, Hamilton resultó herido y murió al día siguiente. Los colonos que se disputaron las estepas del Oeste llevaban  fusiles y revólveres. Los mismos que incorporaron Texas a la Unión y otros territorios. El almirante Alfred Mahan, notable estudioso  de la historia universal, entendió que quien dominara el mar dominaría el mundo, por tanto dotó al país de las mejores embarcaciones artilladas de su tiempo para cumplir con el destino manifiesto de convertirlo en una gran potencia. Los Estados Unidos al entrar en la revolución industrial fabrican sus propias armas, que saben manejar y usar. Las que fueron decisivas para su expansión. El arma se consideró como un elemento indispensable para sobrevivir en un mundo turbulento. El país armado trepida de manera sangrienta en la guerra civil, hasta que se mantiene la unidad nacional y se consagra el orden. Los que tenían armas, en caso de usarlas mal, sabían que el castigo era la pena de muerte. Así que éstas en manos de las gentes de bien se convertían en un elemento disuasivo, para defender el hogar en caso de un asalto del hampa. Ramiro de Maeztu decía que el Imperio Español había entrado en decadencia en el momento que los caballeros olvidaron el latín y se acostumbraron  a usar la espada al cinto de adorno. Algo similar pasó con la nobleza parasitaria antes de la Revolución Francesa. Los oficiales rusos del Zar entregaron sus armas en señal de paz a los comisarios comunistas, con las cuales los fusilaron. Las revoluciones de izquierda suelan desarmar a los civiles, para monopolizar el uso de la fuerza no solamente del Estado, de sus milicias con las cuales ejercen un control férreo sobre la sociedad desarmada. El presidente Barack Obama, no está por el desarme total de los civiles, ni por liquidar la industria armamentista, lo que  busca es una regulación. Muchas de las armas se venden en ferias donde no se requiere de permisos especiales, algo así como el 40%, ni se examina al comprador. No quiere que se vendan fusiles de asalto. Las armas que se comercien las deben tener personas de bien, por lo que se propone que el Congreso mediante una ley  obligue a comprobar la identidad del comprador en todas las ventas y por decreto facilitará que los Estados colaboren con la lista de antecedentes para no dar lugar a documentos apócrifos que suelen conseguir las mafias. La preocupación y las diversas medidas que anuncia el presidente Obama muestran una vez más su voluntad de paz en lo interior, mientras los conflictos siguen y su país aún juega un papel protagónico mundial en distintas naciones agobiadas por feroces guerras. La clave es desarmar a los delincuentes.