* Anticipación de los nombramientos
* Las señales para la economía
A medida que se decanta el tema de las elecciones presidenciales, en las que la democracia confirmó la victoria de Gustavo Petro, parecería cada vez más apremiante la necesidad de que se conozca por anticipado el equipo económico que acompañará al nuevo Jefe de Estado.
Varios son los temas, ciertamente, que están consignados en el programa de gobierno, al punto que una y otra vez el entonces candidato aludió a ellos, incluso haciendo extensas explicaciones. Pero también es claro que, en no pocas oportunidades, hubo de redundar en los conceptos o incluso hacer correcciones por cuanto ciertos asuntos no habían quedado completamente esclarecidos ante la opinión pública, bien por la complejidad de los mismos, bien porque nunca se tuvo el tiempo suficiente para desarrollarlos en una campaña signada por la pugnacidad.
De hecho, en una segunda vuelta carente por completo de los debates presidenciales tradicionales, en los que los ciudadanos pueden contrastar las propuestas de las alternativas que se presentan, no se tuvo la oportunidad de llegar a fondo en los temas que suscitaron grandes polémicas. Incluso, no siempre hubo claridad en torno a de dónde iban a salir los recursos para la cantidad de promesas que se hacían en las diferentes candidaturas.
Es evidente, no obstante, que uno de los puntos centrales del cambio de modelo económico por parte del Presidente electo consiste en la transversabilidad del calentamiento global como elemento fundamental de sus preocupaciones en materia del manejo de las finanzas y el significado que ello tiene en un aparato productivo como el colombiano, cuyos soportes han venido radicando en los recursos de los hidrocarburos.
Ayer no más, por ejemplo, Alemania indicó que recurriría al carbón como sustitución del gas ruso, lo cual era absolutamente impensable hace unos meses. En efecto, las mismas autoridades germanas calificaron el tema como una decisión “amarga”, que además demuestra las dificultades energéticas mundiales.
Como se sabe, Gustavo Petro ha dicho que dictará una moratoria para la exploración del petróleo en Colombia, mientras que esperará a que se terminen las concesiones de explotación de crudo en curso. El impacto de todo ello, a su vez, deberá quedar contemplado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo a discutir en el Congreso, puesto que debe quedar claro con cuáles recursos contará el Estado para sufragar sus necesidades.
En esa dirección, parecería fundamental el anuncio del equipo económico que deberá llevar a cabo el programa que obtuvo las mayorías en las elecciones del domingo. Y que, por obvias razones, tendrá que enmarcarse en una parte del proyecto de Presupuesto General 2023 que debatirá el Congreso a partir del 20 de julio próximo. También tendrá que verse reflejado dentro del Plan Nacional de Desarrollo y el plan plurianual de inversiones. Como se sabe, este debe contar con una concertación previa, además de ser obligatorio para el Estado e indicativo para las decisiones de las empresas privadas.
Ha dicho el ministro de Hacienda actual, José Manuel Restrepo, que “entrega la casa en orden”. Todas las previsiones de las agencias internacionales hablan de un buen desempeño de la economía colombiana, por encima de otros países, pero en todo caso con el viraje que pretende el gobierno entrante es de primer orden que el país sepa a qué atenerse, sobre todo desde el punto de vista institucional.
Son varios los nombres que el Presidente electo ha dejado entrever como parte central del empalme en materia económica. Entre ellos hay, en general, expertos de alto nivel, algunos de los cuales han trabajado en otras oportunidades con el mismo Gustavo Petro así como académicos o tecnócratas que adhirieron o no estuvieron lejos de su campaña. En ese orden de ideas, el país vería con buenos ojos saber de antemano quién sería su ministro de Hacienda, el director de Planeación Nacional y los consejeros económicos más cercanos.
La campaña presidencial ya terminó. Para el país es bueno que la transición gubernamental se adelante con toda la colaboración por parte del gobierno actual, así como con las señales que pueda ir dando el gobierno entrante.
Igualmente, dentro de los criterios programáticos del Presidente electo, el trípode de medio ambiente, agricultura y de minas y energía es básico dentro de los propósitos de sostener el nuevo modelo económico. Y en la misma medida el futuro Ministerio de la Igualdad, que será ocupado por la vicepresidenta electa Francia Márquez, tendrá un gran presupuesto a su favor y contará con la responsabilidad de crear al corto plazo un sistema nacional de cuidado.
Por todo lo anterior, para el país tendría buen recibo una anticipación de los eventuales nombramientos en materia económica. Y, como han dicho gremios y sindicatos, también se debe entrar a delinear ya las ideas y reformas que hay sobre el tapete.