La Alianza Pacífico poco a poco se consolida como el proceso de integración comercial más acelerado que tiene el continente. Así lo confirma no sólo el terreno avanzado en el corto tiempo de maduración del pacto entre Chile, México, Perú y Colombia, sino en el número creciente de países que quieren entrar como observadores en el bloque multinacional.
Precisamente días atrás los ministros de Relaciones Exteriores y de Comercio Exterior de las cuatro naciones anunciaron que Alemania, Italia, Países Bajos, Reino Unido y Suiza fueron admitidos en calidad de Observadores.
Ya habían adquirido igual estatus Uruguay, Canadá, Guatemala, Panamá, Paraguay, Honduras, El Salvador, Estados Unidos, República Dominicana, España, Francia, Portugal, Turquía, Alemania, Japón, China, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda.
A todo lo anterior debe sumarse que avanza a buen ritmo el proceso para que Costa Rica, que actualmente tiene la calidad de Estado Observador, pueda convertirse en Miembro Pleno de la Alianza. Para ello el Grupo de Alto Nivel de la Alianza aprobó la creación de un grupo que trabajará en el mecanismo de adhesión, que se espera dé resultados en corto tiempo.
De esta forma, la Alianza confirma su viabilidad como proceso de integración económica y comercial, que no sólo busca crear una plataforma que les permita a las naciones integrantes aterrizar en los mercados asiáticos con más fortaleza y nivel de competitividad, sino que apuntala el mecanismo de integración subregional en temas clave como cooperación, movimiento de personas y facilitación del tránsito migratorio, estrategia de comunicaciones, turismo y mejora regulatoria, entre otros aspectos.
La importancia de los antiguos y los nuevos Estados Observadores es que permiten avanzar en temas muy puntuales de integración, complementación, y acceder a mercados cada vez más numerosos, potenciando así la expectativa de crecimiento en materia de exportaciones, transferencia de tecnología, importación de materias primas y otros aspectos clave en materia económica, social, institucional y, obviamente, política.
De allí que resulte clave que en la reunión ministerial días atrás se haya acordado crear el Grupo de Relacionamiento Externo, que no sólo debe sentar las bases y la agenda del intercambio con los Estados Observadores, sino con terceros países.
El avance de la Alianza también se nota en procesos puntuales referidos al fortalecimiento de pequeñas y medianas empresas, que como se sabe son plataforma dinámica para la generación de empleo y bienestar para las economías.
Lo importante, como se dijo, es que el proceso de la Alianza Pacífico, que ya se tradujo en medidas comerciales y arancelarias concretas, no se detenga y el bloque sea cada día más maduro y actuante.