Machado, esperanza venezolana | El Nuevo Siglo
Lunes, 9 de Octubre de 2023

Primarias del 22 de octubre, grito democrático

* Redoblar presión de comunidad internacional

 

A doce días de las elecciones primarias presidenciales de la oposición en Venezuela todo hace indicar que la precandidata María Corina Machado es la gran favorita para ser escogida como rival del jefe del régimen chavista, Nicolás Maduro, en los eventuales comicios del próximo año.

Machado no solo ha venido encabezando las encuestas y demostrando en las calles su creciente liderazgo y credibilidad entre millones de atribulados venezolanos, sino que el segundo en intención de voto, Henrique Capriles, renunció a su aspiración el domingo pasado, afirmando no solo que se requiere unidad en el bloque opositor que enfrentará al gobierno dictatorial, sino que sobre él pesa una inhabilitación determinada en 2017 por la Contraloría General. Dicha entidad, como se sabe, es uno más de todos los entes judiciales, administrativos, electorales y de Fuerza Pública del vecino país que están cooptados por el chavismo y son utilizados para la persecución jurídica, política y física a los dirigentes, partidos, medios y sectores nacionales, regionales y locales que se oponen a la satrapía chavista y exigen que se restablezca la democracia, las garantías fundamentales y el orden institucional.

La decisión de Capriles, quien perdía por amplio porcentaje en los sondeos frente a Machado, constituye un hecho clave en la recta final de una campaña en la que la oposición ha sufrido múltiples restricciones, intimidaciones y saboteos por parte del chavismo. Si bien ambos precandidatos, al igual que un tercer aspirante, Freddy Superlano (quien tomó las banderas de Juan Guaidó, hoy exiliado en Estados Unidos), tienen encima controvertidos fallos de inhabilitación política, la comunidad internacional, con Washington, la OEA y la Unión Europea a la cabeza, han exigido al régimen Maduro que levante esas sanciones y permita que los dirigentes contradictores puedan competir en unas elecciones libres, transparentes y vigiladas el próximo año. Sin embargo, el Palacio de Miraflores, lejos de garantizar el tracto democrático, insiste en acorralar a sus rivales y redobla la persecución en su contra. Es más, el nuevo presidente del Consejo Nacional Electoral es Elvis Amoroso, quien antes fue titular de la Contraloría que inhabilitó unilateralmente a Capriles y a otros dirigentes antichavistas.

Por ahora, lo importante es que este 22 de octubre la mayoría de los venezolanos se vuelque a los centros de votación para evidenciar contundentemente que la población reclama el fin de la dictadura y que asuma un nuevo gobierno, democrático e institucional, que siente las bases de una compleja pero viable recuperación política, económica, social e institucional.

Hoy es innegable que la crisis generalizada superó todos los límites en cuanto al sufrimiento de millones de hombres, mujeres y niños sometidos a la pobreza, hambre, desempleo, inseguridad, violación de derechos humanos, quiebra económica y un régimen violento y corrupto. De hecho, esa dura realidad fue confirmada en las dramáticas conclusiones del más reciente informe de la Misión Internacional Independiente de la ONU designada para investigar las actuaciones del régimen.

La salida de competencia de Capriles, quien enfrentó fallidamente a Hugo Chávez en 2012 y a Maduro un año después, abre el camino para que la oposición deje atrás ese lesivo divisionismo y las rencillas partidistas internas que, a la larga, solo han favorecido al régimen y su enquistamiento en el poder.

Es evidente que Machado se consolida como la carta fuerte a jugar contra Maduro. La dimensión de las masivas manifestaciones populares que encabeza en muchos estados y municipios pone de presente que tiene el suficiente entronque político para enfrentarse a la dictadura. Tiene carácter, no se amilana ante las presiones y ataques de las huestes chavistas y ha sabido concitar el apoyo y credibilidad de muchos gobiernos democráticos de distintas latitudes. Con un discurso frentero y una agenda moderna y realista para avanzar en la recuperación general de un país que continúa sufriendo una diáspora imparable de sus nacionales, la precandidata presidencial está llamada a triunfar en las urnas este 22 de octubre.

Corresponde a la comunidad internacional extender un manto de protección sobre Machado y el ejercicio democrático de la oposición. Es imperativo presionar al régimen para reactivar las negociaciones en México (congeladas por Maduro en noviembre de 2022) con el fin de avanzar hacia unos comicios presidenciales libres y transparentes el próximo año. Si es necesario agravar o reimponer sanciones al gobierno chavista, que se proceda en esa dirección. De lo contrario, la dictadura seguirá aferrada al poder y reprimiendo impunemente a todo aquel que la critique y busque removerla.