Son varias las conclusiones que se pueden sacar del primer informe de resultados que presentó ayer el Sistema General de Regalías (SGR) al cumplirse veinte meses de arranque del nuevo modelo de distribución e inversión de los recursos derivados de la explotación de recursos naturales no renovables.
Las cifras son contundentes en torno de los dineros que se están canalizando, ya no única y exclusivamente a las regiones productoras, sino en todo el país. No hay que olvidar que en el anterior modelo los billonarios recursos de las regalías sólo beneficiaban a 522 municipios, en tanto que con el sistema que el gobierno Santos puso en marcha y que fue aprobado por el Congreso bajo el liderazgo del entonces ministro de Hacienda, el conservador Juan Carlos Echeverry, los dineros llegan a las 1.089 poblaciones. El principio de equidad que debe primar en la inversión social del Estado queda aquí evidenciando en su más alta proporción. Hoy por hoy, según el informe, las regiones invierten más de $ 12 billones en 5.427 proyectos aprobados, con la participación de 1.102 alcaldes, 32 gobernadores y la ciudadanía. Los recursos aprobados equivalen al 80% de los disponibles para la vigencia 2012-2014, lo que pone de presente que el modelo superó el lento arranque y ya es muy funcional. Así lo prueba que a la fecha 2.049 proyectos se encuentran en etapa de ejecución.
En segundo lugar, es claro que no sólo se trata de una distribución más equitativa de los presupuestos, sino de que el Estado se asegure de evitar caer en las prácticas de corrupción, despilfarro y desgreño administrativo que en el pasado llevaron a que billones de pesos se perdieran. En este objetivo ha sido clave que el nuevo modelo privilegia no sólo la necesidad de focalizar las inversiones en proyectos que aumenten la competitividad, las agendas e iniciativas sectoriales así como los niveles de calidad de vida de los habitantes de la jurisdicción respectiva, sino que sean adecuadamente sustentados en los OCAD regionales. A ello se suma que existe un Sistema de Monitoreo, Seguimiento, Control y Evaluación (Smsce) de proyectos que debe asegurarse del uso eficiente de los recursos y la transparencia. La oportuna entrega de información de los proyectos así como de los costos es la clave del sistema, además del acompañamiento permanente de los entes de control y vigilancia disciplinaria y fiscal.
Suele decirse en el refranero popular que “todo tiempo pasado fue mejor”. Sin embargo, en cuanto al sistema nacional de regalías queda más que claro que el nuevo modelo, pese a las reservas iniciales de algunos sectores regionales, terminó por evidenciar que no sólo es más equitativo y eficiente, sino que su impacto es más visible y, por ende, transparente.