QUE un colombiano pueda lucir la camiseta número 10 del Real Madrid, sin duda uno de los dos clubes de fútbol más prestigiosos, seguidos y ricos del planeta -al lado del Barcelona, su eterno rival- es un lujo que hasta hace unos pocos meses pocos creían que podría cristalizarse.
Sin embargo, al menos por lo que informaba ayer toda la prensa especializada europea, el pase del talentoso volante cucuteño James Rodríguez fue comprado por el club madrileño y ahora sólo resta su presentación a la prensa en la grama del mítico Santiago Bernabéu.
Tras un exitoso paso por Argentina, Portugal y Francia, así como una reconocida campaña en las eliminatorias y una actuación descollante en el Mundial de Brasil, James, con apenas 23 años, se vestirá de blanco para jugar al lado de estrellas ya consolidadas como Cristiano Ronaldo.
El creativo colombiano vive una época de ensueño. Precisamente ayer la FIFA eligió el espectacular tanto que le marcó a Uruguay en el partido de octavos de final, como el mejor gol del torneo orbital, el mismo del cual fue una de las revelaciones, botín de oro y escogido como el futbolista más destacado en casi todos los encuentros que disputó en Brasil. Y como prueba de la calidad de esa acción, sólo basta precisar que de cuatro millones de internautas que votaron en el portal web de la FIFA para elegir la diana más bella del Mundial, el 75 por ciento escogió la espectacular volea de James. Es más, otro tanto suyo, el convertido ante Japón, quedó en tercer lugar.
Si se confirma el paso del colombiano a la “casa blanca” y por un monto de alrededor de 80 millones de euros, no sólo se convertiría en la segunda transacción del año en todo el mundo futbolístico, sino la más alta de un jugador colombiano, tras el fichaje de Falcao para el Mónaco por 60 millones de euros.