El ejecutor ejemplar
Lacras del sistema
Cali, bajo la alcaldía de Rodrigo Guerrero, ha dado un gran vuelco al desarrollo y viene superando los problemas sociales que padece, por causa de la violencia rural y la explosiva situación en las zonas marginales. Por décadas los medios de comunicación locales han señalado una y otra vez los escándalos de corrupción en la administración municipal, por cuenta de políticos y contratistas corruptos. Fatalmente la corrupción se extendió como una mancha de aceite no solamente en la administración pública, sino en los organismos locales de control. Situación que se hizo inmanejable. Los políticos independientes y los profesionales de prestigio se negaban a aceptar cargos en el municipio, por cuanto consideraban que era un descrédito aparecer en la nómina oficial.
Y los demagogos que hundían su garra abusiva en el tesoro público eran los más interesados en evitar que las gentes de manos limpias les disputaran el poder. Ellos querían enlodar el buen nombre de los funcionarios decentes e incorruptibles para que la sociedad no les arrebatara el manejo de los dineros mal habidos de las finanzas oficiales. Por lo que se convirtió en una rareza la llegada a la política de elementos impolutos, hasta que la situación local de las empresas de servicios públicos se torna inmanejable y debió ser intervenida, con la finalidad de combatir los negociados. Varios intentos cívicos dirigidos por gentes prestantes de la urbe se forjaron con fines electorales para limpiar la administración pública y servir a la ciudad pensando en el bien común. La mayoría de estos movimientos tuvo una existencia fugaz, con el tiempo los mismos con las mismas mañas de siempre y apoyados por las mafias volvían a tomar el control del municipio. Entre tanto, la ciudad se degradaba en todos los campos, en infraestructura, en seguridad social, en construcción de vivienda para los más pobres, en servicios y el hampa crecía como una enredadera que amenazaba asfixiar a la población. Llegó un momento en el cual el crimen organizado manejaba gran parte de la política y tenía bajo la amenaza constante de sus sicarios a la clase dirigente al mando de la industria y el comercio.
Apenas entidades como Carvajal, algunos ingenios azucareros y otras empresas importantes resistieron el embate mafioso y de los politiqueros corruptos, lo mismo que un sector valioso de la sociedad se opuso con valor civil a dejar el poder en manos de los peores. Esto permitió que volvieran a la carga los políticos de ideas y proyectos de desarrollo macro como Rodrigo Guerrero, quien por sobre todas las cosas es un notable ejecutor y un empresario, que ha conseguido rodearse de elementos competentes e impulsar obras de infraestructura, que han transformado a Cali en la urbe que mejor invierte los recursos públicos en el país. Entre las obras de Rodrigo Guerrero, que hablan por sí solas sobre su capacidad ejecutiva, basta destacar: laculminación del Boulevard del Río, el Hundimiento de la Avenida Colombia y la Plazoleta Jairo Varela como otras numerosas obras. Su gestión alcanzó fama internacional por el éxito de los IX Juegos Mundiales 2013 y la bien organizada y cálida acogida que se les dio a los jefes de Estado de la Alianza del Pacifico, por sus notables ejecutorias se destaca como uno de los mejores alcaldes de Hispanoamérica.
Sería absurdo pensar que el señor alcalde Rodrigo Guerrero puede arreglar por arte de magia los problemas sociales que no resolvieron sus antecesores y que con el tiempo se han agravado, mas lo que sí es claro es que ha conseguido devolverles la confianza a los caleños, y solucionar problemas estructurales macro que han mejorado la calidad de vida de la población. La huelga de los transportadores que protestan contra el sistema MIO es un problema que viene de atrás y que por coincidencia, aflora en otras ciudades donde se aplica, lo mismo que en Bogotá puesto que su eficacia está limitada por el número de autobuses, de paradas y de detención obligada en los semáforos como el retraso en la movilidad de los pasajeros dado que no se equipara al Metro. La resistencia de los transportadores particulares a desaparecer desplazados, por cuenta de los autobuses alimentadores, ha provocado tumultos y protestas en diversas zonas de Cali, que han provocado varios heridos y un muerto. Estos deplorables incidentes que se deben controlar con autoridad, no pueden empañar la obra de tan ejemplar ejecutor.