La población de la Tierra ha tenido mayor aumento en los últimos años. Ha llegado a 7.000 millones de seres. No obstante, las políticas de control tienden a disminuir el número de nacimientos. Hoy, en casi todos los países, en especial los industrializados, las parejas procuran tener los hijos que estén en capacidad de educar. En algunas naciones de Europa los índices de natalidad son tan bajos que hoy hay menos habitantes que antes de la II Guerra Mundial. Esto ya los está afectando porque disminuye el número de personas en capacidad de producir. En época no tan lejana por cada jubilado había diez o más en plena actividad laboral. La ecuación ha cambiado y ahora se incrementan los pensionados frente a los que están trabajando.
Es un fenómeno progresivo universal que en los próximos años tendrá serias consecuencias en las economías de muchas naciones. En menos de medio siglo se habrá más que triplicado el número de personas en el planeta de más de 60 años. En el año 2000 había 600 millones que llegarán a 2.000 millones. Por primera vez en el discurrir de la humanidad existirán más mayores de 65 años que niños menores de cinco. Además, la expectativa de vida se prolongará como nunca ha ocurrido. Es una situación que tiene que afrontar el mundo con estrategias audaces ante estos cambios que cada vez serán de mayor impacto en las economías, ya tendrán que actuar ante la realidad del envejecimiento de la gente y mayor esperanza de vida.
Colombia ya está en esa onda. Aquí la población de 60 y más años crece a tasas más altas que el incremento demográfico. Los expertos coinciden en que el país debe alcanzar metas de desarrollo importantes y puede lograrlo gracias a que más del 60 por ciento de su gente está en edad de producir ahora. E ir alistándonos para lo que vendrá cuando disminuya el potencial de jóvenes que son el motor que impulsa el crecimiento económico.
El aumento de los mayores y el menor ritmo de nacimientos, aunque el número de habitantes seguirá creciendo por cuenta de mayor natalidad en países subdesarrollados, debe tener preocupados a líderes mundiales y científicos sobre la capacidad del planeta para resistir lo que se avecina. Así que los mismos pobladores tendrán que preparar su hábitat, la Tierra, para los retos futuros, que serán de grandes magnitudes y exigirán el concurso de las mentes. Claro que no se puede mirar esto como algo catastrófico, siempre hay soluciones para todo, y los mayores desempeñarán un papel muy importante en los años que vienen.