Las revelaciones sobre ‘chuzadas’ de EE.UU. a escala planetaria que difundió por WikiLeaks Julian Assange y luego un funcionario de la agencia de seguridad, NSA, Edward Snowden, ambos asilados, el primero en la embajada de Ecuador en Londres y el segundo, provisional, en Moscú, generaron gran escándalo, ya que aun a cabezas de Estados como la de Alemania, Brasil y seguramente otras, les ‘monitoreaban’ sus teléfonos móviles. Era apenas obvia la protesta que, en general, no pasa de ser formal, ya que la práctica del espionaje ha sido una constante, más acentuada en tiempo de conflictos, como la I y segunda guerra mundiales. Se recuerda una bailarina holandesa, conocida como Mata Hari, célebre espía.
Durante la época de la ‘Guerra Fría’ esta actividad tuvo gran relevancia. Era cuando hacían ‘canje’ de espías entre las dos potencias: EE.UU. y la URSS. Finalizada esta etapa, paralela a la caída del Muro de Berlín, hubo el natural alivio de la tensión mundial. Sin embargo, las labores de espionaje no cesaron. Por el contrario, cada vez se tornan más afinadas. Y ahora las modernas tecnologías de la comunicación facilitan la interceptación de teléfonos. Se graban conversaciones.
Los líderes de naciones poderosas es obvio que rechacen las ‘chuzadas’ a sus teléfonos, no obstante saben que es parte de la estrategia de defensa de países con grandes intereses en todo el mundo, como Estados Unidos. Ha existido el espionaje militar, el industrial. Y hoy con el desarrollo de la electrónica y las comunicaciones, resulta más sencillo espiar. Y a la vez la red es vulnerable. Los expertos logran penetrar hasta información encriptada.
Luego de los reclamos de gobiernos y jefes de Estado por las interceptaciones, apenas algunas disculpas de la Casa Blanca. Ahora no solo va a continuar la tarea de las agencias norteamericanas, sino que seguramente adoptarán medidas para evitar que se descubran y hay anuncio de ampliar la red de espionaje global de agentes, que cumplirán el cometido de recoger información en el extranjero. Habrá más sofisticación de los sistemas ya que es vital estar informados sobre redes terroristas, los proyectos nucleares de Corea, cómo anda el aparato militar en China. De manera que en esta era digital el espionaje se perfecciona y amplía.